Kevin Anderson y Sam Querrey, primer y segundo cabeza de serie del torneo de Nueva York, hicieron valer esa condición plantándose en la final del primer torneo del año en tierras norteamericanas. Ambos tenistas llegaban a la última ronda sin haber rendido a su mejor nivel y tras haber sufrido en casi todos sus partidos, sobretodo el sudafricano. Para esta final, Querrey contaba con la ventaja de jugar en su país, mientras que Anderson llegaba con el H2H a su favor, dominándolo por 8-6.

Se esperaba que los saques llevaran la voz cantante a lo largo del encuentro, pero ya desde el principio del choque ambos jugadores mostraron un nivel bastante inferior al habitual con sus respectivos servicios. Hasta tres roturas de saque se iban a ver en el primer set, la primera de ellas a favor de Anderson en el primer turno de saque del americano. Sin embargo, Querrey recuperaría la desventaja en el juego siguiente, y minutos después rompería por segunda vez para adjudicarse la primera manga por 6-4.

Se le volvía a poner el partido cuesta arriba a Anderson, y otra vez el sudafricano era capaz de reaccionar, encadenando un parcial de 5-0 al inicio del segundo parcial para encaminar el partido al tercer set. Querrey recuperaría uno de los breaks pero sería insuficiente para igualar el set.

En el set definitivo, con la subida de tensión, ambos jugadores consiguieron por fin mostrar cierta regularidad con sus servicios, acortando los puntos y cediendo muchas menos opciones al resto. Tan solo dos bolas de break tuvo que salvar Querrey y una Anderson en juegos consecutivos. Se llegaba así al definitivo desempate para desvelar el primer campeón del torneo neoyorquino. Pero ahí, lejos de la igualdad mostrada a lo largo del partido, Anderson pisó el acelerador y cuajó un tiebreak casi perfecto, poniéndose con un 6-0 favorable y cerrando el partido en su segunda oportunidad.

Con esta victoria, Anderson consigue su primer título de la temporada en su segunda final, tras perder la de Pune a principios de año ante Gilles Simon. Es el cuarto título ATP en la carrera de sudafricano, que llevaba dos años y medio sin levantar ninguno.