Un partido durísimo ganó Lucas Pouille, quien fue de menor a mayor, jugando al principio demasiado errático, pero luego de la mitad del segundo set, el francés con más variantes de juego, el que puede tener la llave para devolver a un jugador de ese país al top ten, le ganó bien a su compatriota Pierre-Hugues Herbert, quien solo tuvo como herramienta su servicio y los bloqueos eficiente saque en el primer set.

El comienzo del partido lo encentró más agresivo a Herbert, quien cerro bien su juego de saque y luego en la primera oportunidad logró quebrarle el saque al número dieciséis del mundo. Tras el quiebre Herbert administró muy bien el resultado, cerro en cero su juego de saque y luego volvió a cerrar en quince. Desde el quiebre hasta el fin del primer fue todo de los sacadores, con bajos porcentajes de devoluciones, siendo Herbert el que mejor devolvió, y en eso se encuadró el primer set, en un juego con muy buenas devoluciones para el Pierre que le sirvieron para lograr el quiebre y luego con ser regular en su saque llevarse el primer parcial por 6-3.

El segundo set fue al mejor estilo francés, un combo de virtudes, defectos y de cambios de estados de ánimos, ya que ninguno de los dos pudo sostener con facilidad el servicio, ambos sufrían demasiado para sostener sus servicios, y ello generó dos quiebres consecutivos. Primero fue Pouille quien luego de perder el primer set intento desactivar los misiles que venían del lado de su compatriota, y gracias a un control efectivo de las devoluciones, bloqueando el saque, pudo poner a jugar a Herbert y ello provoco que su compatriota comience con una gran generación de errores no forzados. Herbert, apresurado con el saque, cedió en la primera oportunidad que tuvo Pouille el saque, el N°16 del mundo tuvo su mejor momento, con clase y maestría logró arrebatarle el saque para adelantase por 4-2. Pero a Lucas no le duró demasiado la emoción, luego de quebrar con dobles faltas y buenas presiones de su compatriota sobre el segundo servicio nuevamente, no pudo sostener el quiebre y todo se emparejó nuevamente.

Luego del descontrol de quiebres concecutivos, ambos sostuvieron el saque hasta llegar a la definición en el tie break donde ahí si Pouille saco sus credenciales de top 20 y con un miniquiebre para colocarse 8-6, se quedó con la muerte súbita y así todo se fue al tercer set.

Pouille cierra el partido

Después del final turbulento del segundo parcial, Lucas Pouille comenzó a estar mejor plantado, atacar en la segunda pelota, pararse más agresivo, a ser el jugador que por momentos atormenta a pelotazos a sus rivales y luego de salvar un punto de quiebre en el octavo juego, donde tuvo uno de sus altibajos, en el noveno juego vio sangre, vio el hueco y martillo sobre el saque de su compatriota y lo quebró en la segunda oportunidad para luego cerrar el partido con su servicio. Pouille espera ahora por el ganador de la llave entre Simón y Krajinovic, dos jugadores diferentes, el francés de buena mano y muy metedor y el serbio que si está bien, puede volver a realizar lo hecho en París el año pasado