A río revuelto ganancia de pescadores, y los pescadores hoy fueron Herrera y Gavira. España ha sabido sufrir sobre la mojada y ventosa arena de Copacabana para imponerse a la pareja estadounidense formada por Jacob Gibb y Casey Patterson. Sufrir pero también ser regulares y no entrar en el monumental cabreo que cogieron sus rivales en el tie break, ahí donde te lo juegas todo a una carta. Gibb y Patterson lo pagaron y podrían incluso quedarse fuera de los Juegos Olímpicos si gana Catar. Pablo Herrera y Adrián Gavira, por su parte, están directamente en octavos.

Remontada épica en el primero

Arrancaba el partido igualado, se imponían las defensas de saque aunque con mejores sensaciones de la pareja americana. Todo se mantenía igualado, con EEUU comandando 1-2 puntos arriba hasta que, a mitad de primer set, Gibb y Patterson despegaban. Las malas recepciones hispanas y los buenos ataques de Gibb pusieron a EEUU 17-13 arriba, como ventaja máxima. Pero ahí llegó la remontada de Herrera y Gavira.

Los bloqueos de Herrera y los saques potencia sobre Patterson fueron clave

Los españoles comenzaron a buscar saques potencia sobre Patterson, a quien le costaba más la recepción -unido al problema del viento- y ahí vino la gran remontada hispana. Igualaron con un parcial de 1-6 y se pusieron por delante hasta que, con dos grandes ataques de un sensacional Pablo Herrera, acabaron certificando la remontada e imponiéndose con autoridad en el primer set de partido. 

Gibb desmotiva a España

Con el subidón moral con el que Herrera y Gavira habían acabado el primer set -y con grandísimas sensaciones- se iniciaba el segundo periodo con una gran España. Llevando la iniciativa, con buenos saques, recepciones, bloqueos... Hasta que llegó el gran momento de Gibb. El mayor de los americanos se exhibió a base de bloqueos y saques directos. Un par de bloqueos y tres ace consecutivos.

Gibb se creció en los bloqueos y en los saques directos

Los norteamericanos se pusieron dos-tres puntos arriba, una ventaja que resultó crucial al final del set. Se mantuvieron las diferencias, con mucho respeto e igualdad aunque cierta superioridad de la pareja que iba por delante, contemporizando, esperando a pegar la estocada. Esta llegó con 18-15 en el marcador. Un parcial de 3-1 cerró el segundo set con Gibb y Patterson crecidos, justo a la inversa de lo ocurrido en el primer periodo. Saber sufrir pensaban los españoles.

España acaba con unos desquiciados americanos

Y es que en el voley, en el deporte, en unos Juegos Olímpicos todo puede ocurrir. De repente estás arriba y caes; o muchas veces estás abajo y al segundo subes como la espuma. Eso le ocurrió a España. La sonrisa americana se cambió por quejas, protestas, malas caras y una cartulina amarilla. España no había estado bien en el segundo set: fallos en la recepción, en los bloqueos... pero todo iba a cambiar, como decimos, en el tie-break.

La regularidad y tranquilidad de España vale un pase a los octavos

Arrancó muy bien España. Herrera estaba de dulce y comandó a la pareja hispana para iniciar el último periodo con un 2-5. Y aquí llegó el momento clave del partido. Punto de EEUU y revisión pedida por España. Herrera y Gavira defendían que había habido cuatro toques y, tras la revisión del vídeo, los colegiados les dieron la razón. Los norteamericanos ya habían comenzado a protestar durante la misma revisión y siguieron haciéndolo durante varios minutos. Al final, amarilla y silencio sepulcral, con algún abucheo del público presente en la Arena de Copacabana. 2-6 para España, buena ventjaa para un tie-break.

Los españoles, lejos de contagiarse de los nervios y las protestas rivales, mostraron una gran entereza y regularidad. Contemporizando, buscando algún saque directo y con mucha tranquilidad. Iban 4-5 puntos arriba, una gran diferencia. Buenas diagonales de Gavira, grandísimos bloqueos de Herrera...al final, con un parcial de 3-8, un gorrazo del capitán español acababa con el partido. Victoria de España que se planta en octavos y EEUU deberá seguir peleando para estar en la siguiente ronda o incluso ser eliminados. Todo dependerá de la victoria o no de Catar ante Austria.

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