Chile llegó a Montevideo con la esperanza de olvidar el conflicto ocurrido a mitad de semana, donde se marginó a jugadores claves en la oncena de La Roja: Arturo Vidal (Juventus) y Jorge “Mago Valdivia” (Palmeiras). Pero para dejar eso atrás había que ganarle a Uruguay. Y eso lo tenía claro el DT Claudio Borghi.

La ilusión chilena estaba en la unidad del equipo, que se conoce del proceso al Mundial anterior, y que esperaban demostrar en cancha que incluso sin los jugadores excluidos eran un gran plantel. De hecho, para la hinchada la expectativa era alta, ya que con un Alexis Sánchez recuperado y una promesa como Eduardo Vargas en su mejor momento el ataque de Chile sería de una rapidez letal y difícil de contener para los defensas charrúas. Pero como si la semana chilena no hubiese sido suficientemente mala, Alexis Sánchez se lesionó a minutos de entrar a la cancha del Centenario, lo que hizo variar el esquema y hacer debutar a jugadores inexpertos en estas instancias. Error que Chile pagaría caro.

El esquema se modificó, y de una 3-3-1-3 se cambió a una 3-4-1-2 que sólo provocó un caos en el mediocampo de Chile. Más allá de eso, los debutantes Marcelo Díaz y Matías Campos Toro no estuvieron a la altura. Se vieron erráticos y bastante nerviosos, y eso lo supieron aprovechar bastante bien los uruguayos que tuvieron a un encendido Luis Suárez anotando en cuatro oportunidades.

Pero el punto más bajo de Chile lo presentó la defensa. Claudio Borghi fiel a su línea de 3 defensores, no quiso variar nunca a línea de 4, y difícil que lo haga durante el proceso. Pero de seguir así lo pagará caro en las clasificatorias ya que Chile no tiene defensas experimentados y rápidos que puedan cumplir esa función a cabalidad. Esta vez quedó demostrado de sobremanera. Se vio a un lento Pablo Contreras, que sus años le están pasando la cuenta. Ni hablar de Marco González, que además carece de experiencia en estas instancias. Y Waldo Ponce, quien es el “patrón” de esta defensa hoy dio un espectáculo de cómo no debe jugar un defensa. Fue protagonista en todos los goles de Luis Suarez. Cometió errores infantiles y abusó –como siempre- del toque al salir jugando, en los que se equivocó la mayor parte del tiempo. En definitiva, trás recibir 10 goles en sólo tres partidos quedó demostrado que Chile necesita un recambio de defensas que, lamentablemente, NO TIENE. Por lo que Claudio Borghi deberá trabajar más en ello de cara al próximo encuentro con Paraguay (que hoy ganó 2-1 a Ecuador).

Aunque la defensa no fue el único error en Chile. El equipo no tenia conexión, careció de ideas en el mediocampo y en general Chile tuvo poca profundidad. Desaciertos que terminaron en una derrota 4-0 y que dejó a Luis Suárez como genio y figura y a un Chile lleno de fantasmas. Muchos aún recuerdan la Era Bielsa. Aunque realizando un paralelo, Marcelo Bielsa en las primeras cuatro fechas sólo consiguió 4 puntos. Chile actualmente  tiene tres puntos y un partido de local por jugar contra Paraguay.  Así que no esta todo perdido chilenos.