45 años sin títulos, campeones por cinco minutos, semifinalistas de la Copa Libertadores, victoriosos ante su clásico rival y sufridos en tres finales perdidas. La historia del Independiente Medellín, que hoy cumple 103 años, tiene mucha tela para cortar.

Y ni hablar de nombres, ya que por el club antioqueño han pasado jugadores que marcaron la historia del fútbol colombiano y más, como el 'Charro' Moreno, aquella figura de los años 50 que en Argentina se recuerda como uno de los más grandes de todos los tiempos en Sudamérica.

Podría decirse que después de pasar de los cien años ya no tiene la misma gracia conmemorar el 14 de noviembre de 1913, pero este año la celebración trajo un tinte especial para la hinchada del club Escarlata: la sexta estrella en el escudo del DIM.

Después de tres finales perdidas y siete años sin ser campeón, el Poderoso vivió un semestre donde, gracias a las capacidades de los que estaban y el sentido de pertenencia de los que volvieron, dio la vuelta en su casa y llegó a seis títulos en el plano local.

Leonel Álvarez, quien había sido campeón en 2009 como técnico, tomó la batuta del club una vez más y, aunque no pudo lograrlo en su primer intento, en el último semestre se consagró, para convertirse así en el primer entrenador bicampeón en Medellín.

Junto con él había vuelto Luis Carlos Arias, quien también fue partícipe de la final contra Atlético Huila, aquella que adornó la camiseta azul y roja con cinco estrellas. Antes de Arias ya había regresado David González, figura en los títulos de 2002 y 2004 y recordado por su participación en la Copa Libertadores de 2003.

El de más nivel entre los que llegaron en la última época sin pasado en el Medellín era Christian Marrugo, quien desde su llegada reconoció sus intenciones de pasar a la historia del club antioqueño. Esperaba trabajar de la mano de los nuevos y las leyendas ya mencionadas para acabar con la sequía que aquejaba a la afición roja.

Pero faltaba alguien capaz de evocar en la fanaticada los momentos más gloriosos de la institución, de tomar las riendas del camerino desde lo anímico y ayudar con su experiencia a dar la vuelta una vez más. Y ese era Mauricio Molina, quien llegó el penúltimo día del 2015 como el aguinaldo atrasado para todos en el club.

Ese equipo que se conformó logró más que el título el 19 de junio ante Atlético Junior. Marrugo con su doblete en la final, además de lo que hizo en el semestre, se afianzó como uno de los ídolos contemporáneos de la hinchada, y ratificó su posición en el torneo que actualmente está en disputa.

Otro hito en el club de 1913 durante este nuevo año de existencia fue llegar hasta los cuartos de final de la Copa Sudamericana, torneo en el cual nunca había pasado de primera ronda. 

Ahora sigue buscar la séptima estrella en un semestre más de Liga Águila, que este domingo cerrará su fase regular. El DIM está a un punto del líder y pinta como uno de los favoritos a lograr la corona de fin de año en Colombia. Mientras tanto, que la historia siga escribiéndose para el elenco más antiguo del país.