Con un retraso de algunos minutos respecto al horario pactado inicialmente, el juez Andrés Rojas dio el pitazo inicial para que el Once Caldas y Medellín se enfrentaran en el Palogrande. A priori, dos equipos con cuerpos técnicos encabezados por dos de los que más saben de fútbol en Colombia: Francisco Maturana y Juan José Peláez.

Inicialmente hubo planteamientos defensivos difíciles de romper, tanto así que la primera opción la tuvo que buscar Édinson Toloza con un disparo desde afuera del área, con la firme intención de vulnerar el arco protegido por Cuadrado, quien despejó oportunamente con las manos.

Las principales opciones estaban llegando por cuenta de los errores del rival, aunque ninguno de los dos equipos las supo aprovechar, mucho menos el Medellín, que hasta con la pelota parada fallaba, dado que los disparos de Quintero se iban lejos o terminaban en la barrera.

Después de los 25 minutos, Quintero se comenzó a asociar con Édinson Toloza, quien falló en varias oportunidades, dos de ellas en mano a mano contra el portero visitante. Sin embargo, las jugadas de ataque daban cuenta de un equipo más ordenado y ofensivo, que ya sabía cómo vulnerar la zaga local y se acercaba al gol.

El primer tiempo culminó con un Once Caldas más propuesto a jugar arriba, aunque a eso se sumaban las acciones del DIM que surgían de los espacios dejados por los de Maturana. Sin embargo, nada de eso evitó que llegaran al descanso con paridad en el marcador.

Para la segunda mitad, el profesor Peláez decidió darle tiempo en cancha a Hechalar, después de ver la cantidad de hombres que estaban ayudando en la zona de  enganche, y optó por sacar a Daniel Cataño. Este cambió presuponía un apoyo para Toloza, quien se vio muy solo en la primera etapa. 

Jugada una hora de partido, el Once empezó a exigir a David González, quien respondió oportunamente ante las oportunidades de gol protagonizadas en su mayoría por Johan Arango. Del otro lado, Medellín buscaba los mismos espacios que tuvo en el primer tiempo, a través de centros realizados por Juan Fernando Quintero.

Con el paso del tiempo, Édinson Toloza se perdió en la cancha, lo cual motivó al DT a darle paso a Leonardo Castro, quien quería dar el golpe en Manizales a pocos minutos del final. 

Sin embargo, la variante no le surtió el efecto esperado al profesor Peláez y el DIM quedó en tablas contra Once Caldas, pese a que los dos equipos hicieron méritos, pero perdonaron las fallas ajenas. Ahora, el cuadro antioqueño deberá pensar en la remontada por Copa Sudamericana, este jueves ante Racing de Avellaneda.