Llegaba Atlético Nacional para disputar la semifinal de la Copa Libertadores ante Sao Paulo, por esos días las críticas eran bastantes, pues más de un hincha pensaba que las nuevas contrataciones no iban a funcionar para lo que tenía que disputar Atlético Nacional  Basta con echar una ojeada a la jugada del empate de Independiente Del Valle en Ecuador, Elkin Blanco fue el que la cometió y ahí fue donde igualaron los ecuatorianos en el marcador.

Como el de Blanco, hay otros casos, no los mencionaré todos, pero el de Edwin Velasco es otro para poner de ejemplo, pues el exjugador de Cortuluá, le ha costado mucho la adaptación al modelo de juego que tiene el equipo ‘verdolaga en estos momentos, en más de un partido se le ha visto incómodo y por momentos desesperado por hacer las cosas bien.

Ahora bien, con el paso del tiempo, los jugadores han cambiado su manera de interpretar lo que quiere de ellos el cuerpo técnico actual, pues ya no son los mismos desde que llegaron, ahora se ven más cómodos en los partidos, comprenden mejor la idea de juego que tiene el equipo y más de un partido han sido destacados por sus actuaciones.

Elkin Blanco llegó cometiendo muchas faltas a los rivales, errático en la marca, entregaba de manera errónea el balón, no sabía ubicarse bien en el terreno de juego y se le veía incómodo, pero ahora es todo lo contrario, hace las cosas como las requiere el partido, entiende dónde debe ubicarse en el terreno de juego y las funciones que le encomienda el cuerpo técnico.

Edwin Velasco ha cambiado totalmente, aunque todavía le falta, pero se le ve mejor. Ahora desborda con más confianza, no se puede decir que haga los mismos centros de su compañero Farid Díaz, pero los hace y causan peligro en el área rival, participa en el juego ofensivo de su equipo y responde de manera defensiva.

En un caso aparte ubicaré a Diego Arias, porque no se puede decir que haya hecho olvidar a Alexander Mejía, pero si con mucha personalidad, ha respondido bien en la cancha, ha hecho con mucho sacrificio las mismas funciones que tenía Mejía, distribuye bien el esférico en los partidos, hace buenos relevos defensivos para sus compañeros y por momentos las jugadas empiezan en sus pies.

¡Todo era cuestión de tiempo! Hay que confiar en Reinaldo Rueda y Bernardo Redín, quienes han mostrado con jerarquía y trabajo que pueden adaptar a un jugador a la idea de juego que tienen en la actualidad.