A pesar de la expectativa, Atlético Nacional volvió a mostrar falencias al momento de atacar y desplegar su juego ante el rival de turno. Esta vez fue Deportes Tolima el que complicó y exigió al elenco comandado por Bernardo Redín a fuerza de juego físico y solidez defensiva. Sin embargo, hubo tramos en los que el 'verde' le facilitó el trabajo al rival.

Tras un comienzo frenético, con Macnelly Torres filtrando balones a Jhon Edison Mosquera en la banda izquierda que terminaron en su mayoría desperdiciados, luego Dayro Moreno trazó diagonales que generaron opciones y un Diego Arias cada vez más sólido, Nacional fue decayendo en su nivel. Las imprecisiones llegaron y con ellas aumento la ansiedad por conseguir el gol.

Deportes Tolima hizo su trabajo, defendió con doble línea de cuatro y atacó constantemente la banda derecha con Didier Delgado y Armando Vargas que buscaron a Ángelo Rodríguez en el juego aéreo, sin resultado.

Mientras Nacional trataba de acoplarse y retomar el dominio, Tolima supo acercarse con remates de media distancia controlados por Franco Armani. Así terminó el PT, con el local arriesgando y un visitante carente de opciones.

Para la parte complementaria Nacional retomó la intensidad. Este es un aspecto a recalcar porque es algo que se repite en los juegos que ha disputado, los primeros minutos de cada tiempo son mejores que su desarrollo.

Con Mateus Uribe sumado al ataque y Dayro Moreno saliendo de su posición para generarse espacios, y así aprovechar las asistencias de Mac, Nacional volvió a imponerse con velocidad y llegada, pero de nuevo fue ineficaz de cara al arco rival.

Con el pasar de los minutos la irregularidad reapareció, Tolima explotó las bandas y puso en aprietos tanto a Daniel Bocanegra como a Farid Díaz. Era bastante verídico que Nacional, siendo un equipo muchísimo más colectivo, no sostuviera su juego en las bandas debido al pésimo nivel de Mosquera y Cristian Dájome. Pero los locales fueron un equipo ofensivo de memoria,  como si tuviera ventaja.

Ni los cambios posicionales o nominales hicieron mejorar la nublada imagen de Nacional en el partido. Quizá algunos detalles de Mariano Vázquez en los últimos 10 minutos, pero más allá de eso fue poco y nada la opción de recambio que había en el banco y propuso Redín.

A pesar de no perder, está claro que en Nacional hay muchísimo por trabajar, específicamente en recuperar rápido a Andrés Felipe Ibargüen y lograr posicionar a un jugador de peso ofensivo en la banda derecha. O en su defecto, intentar con otro esquema, para volver a ser un equipo lucido y eficaz, no uno aparatoso y sin referencia a causa del nulo acompañamiento al delantero centro por los costados.

Queda una semana para corregir las falencias e intensificar el trabajo, pensando en el encuentro del próximo sábado ante Equidad en Bogotá.