La historia del volante samario sobre su rivalidad con Millonarios no es algo tan nuevo sino que viene desde la década pasada, tanto cuando fue jugador de Independiente Santa Fe como de Atlético Nacional.

Antes de su paso por el equipo "verdolaga", Aldo Leao Ramírez ya tenía un registro de cuatro goles en clásicos capitalinos cuando vestía la camiseta "cardenal", siendo los más recordados en el Clausura 2002 cuando Santa Fe derrotó 3-2 a Millonarios con doblete del propio Ramírez y otro en el Clausura 2004 cuando se registró una anotación suya en el recordado 4-1 cuando Leider Preciado marcó un hattrick que le sirvió llegar a los 100 goles de su carrera.

Con Nacional, Aldo Leao solamente había marcado un tanto en la goleada a los bogotanos por 3-0 durante el Clausura 2007 en el Atanasio Girardot y anoche no solamente pudo marcarles nuevamente sino que ahora fue en el Campín como en sus años jóvenes.

Aldo fue de los pocos jugadores que no tuvieron mal rendimiento durante la primera parte en un Nacional desordenado y que le costó mucho tener la posesión de la pelota, siendo el que mejores pases entregaba en promedio y la cuota de equilibrio en su posición de volante de primera línea junto a Elkin Blanco.

Cuando Millonarios dejó de ser ese equipo asfixiante con presión alta, su segundo tiempo fue mucho más relevante para el verde dando seguridad en la salida y apertura de fútbol tanto hacia los costados como al centro del campo.

Muchos creyeron que el cambio de Reinaldo Rueda de sacar a Macnelly Torres por Alejandro Bernal era un mensaje de que el equipo se había conformado con el empate y querían cerrar el partido, pero la jugada maestra del entrenador fue que Aldo Leao ocupara la posición vacía que dejó Torres y fue lo más determinante para la victoria final.

De hecho Ramírez se adelantó tanto en la jugada del gol que no pareció volante 10 sino un centro delantero, mientras que el papel de 10 y pasador fue de Alejandro Bernal haciendo un gran enganche y filtrándole la pelota al samario que controló el esférico en el área con un tiempo y remató con una rapidez tremenda que dejó sin respuesta al arquero azul.

La celebración de Aldo Leao Ramírez con sus compañeros ante un Campín azul completamente silenciado fue la culminación de una actuación suya que tuvo tintes de fútbol y jerarquía, jugando una primera parte en su papel que tuvo durante su paso por el fútbol mexicano y una segunda parte evocando sus épocas de volante creativo con Santa Fe y Nacional.