La mañana del lunes en la sede deportiva de Guarne parecía tranquila, Atlético Nacional cumplía su jornada de entrenamientos pensando en el Junior de Barranquilla, rival que debe enfrentar el miércoles por el duelo pendiente de la quinta fecha en la Liga Águila 2017-I. 

De repente, un joven de mirada seca, con el número 38 en su espalda y alternando los trabajos de espacio reducido con Franco Armani era el enigma de varios periodistas que presenciamos de manera habitual las labores 'verdolagas'.

Desde hace varias semanas y con el 'boca a boca' "es el hijo de Miguel Calero, vino a prueba y parece que se queda". Miguel Calero Jr, por asares del destino tenía su mismo nombre, su misma figura y la misma posición en el campo, el legado del 'show' lo estábamos observando practicar en el equipo que su padre le bastó pocos meses para convertirse en leyenda 'verdolaga'.

"Comencé desde pequeño en Bucaramanga, de ahí pasé a Equidad, luego a Millonarios, de ahí al Boyacá Chicó donde jugué dos años y quedé libre por problemas con la directiva, ahí aparece Reinaldo Rueda quien me trae a prueba a Nacional, el es como un ángel para mí y mi familia, le debo todo, mi papá en este momento lo está bendiciendo", expresó Calero Jr a quien no le gusta que lo comparen con su papá hasta que vean su trabajo. 

Con 19 años y tras su experiencia en el equipo boyacense, no lo ve como un mal recuerdo, al contrario, agradece ese paso y está feliz de pertenecer al equipo del cual dice que es hincha. 

Calero Jr llega libre al equipo 'verdolaga', por ahora está preparándose para lo que viene en el segundo semestre del año. "Siempre busco en ser más completo. Estar en mi posición acarrea mucha responsabilidad, uno quiere ser diferente", comentó. 

El nuevo cancerbero 'verde' agradece el cariño que ha percibido en los pocos días en la ciudad, hasta ahora se acomoda a su nueva realidad y espera dejar una huella y apropiarse de esa idolatría que la hinchada le va profesando a medida que saben quien es. 

A pesar que las comparaciones son odiosas, mas cuando se trata de padres e hijos futbolistas, Miguel se lo toma con calma, "es bonito por los recuerdos que la gente le tiene en Nacional. Le agradezco a los compañeros, a los directivos, profesores quienes me dan buenos consejos, en gran parte por el legado que dejó mi papá acá".

"Espero poder quedarme acá, debutar y ser campeón. Nacional hace todo de buena manera, lo motiva a ser el mejor", concluyó.

Mientras llega la segunda mitad del año, Miguel se prepara con los mejores, atiende consejos, es dedicado en sus métodos de trabajo. No tiene prisa en demostrar su talento, quiere entregarse al equipo que varias tardes y noches su 'viejo' se robó el show.