Tal vez se lea como una ironía, pero en el semestre más turbulento de los últimos años en Atlético Nacional, la plantilla de jugadores, de la mano de la hinchada, demostraron jerarquía, orgullo y amor por la camiseta levantando resultados cuando el fútbol no aparecía en el todos contra todos y acumulando unos números envidiables.

Tras 26 partidos, Nacional ganó 19 juegos, empató 4 y solamente perdió 2, acumulando así 62 puntos con 45 goles a favor (promedio de 1,7 por encuentro) y 15 en contra (promedio de 0,5), siendo así el equipo más efectivo desde que se creó el todos contra todos para el rentado colombiano.

El semestre comenzó con la despedida de jugadores claves en la temporada 2016 como Alejandro Guerra, Orlando Berrío y Miguel Ángel Borja, seguidas del arribo de Dayro Moreno, Aldo Leao Ramírez y Edwin Valencia, nombres rimbombantes que hicieron pensar cosas positivas tanto en  la prensa como en la fanaticada verdolaga.

Dayro Moreno, el refuerzo más importante de la Liga Águila dio sus frutos como goleador. | Foto: AS
Dayro Moreno, el refuerzo más importante de la Liga Águila dio sus frutos como goleador. | Foto: AS

Si bien la Liga comenzó de la mejor manera en lo deportivo, rápido comenzaron algunas especulaciones con la inesperada salida del presidente Juan Carlos de la Cuesta del club. Se comenzaron a tejer rumores sobre enfrentamientos entre Juan Pablo Ángel  con algunos mimebros del cuerpo técnico y directivo, los cuales hasta el sol de hoy no se conocen a la perfección. A eso se le sumó la falta de nivel de refuerzos como Edwin Valencia, Óscar Franco y Mariano Vázquez.

Sin embargo (y a pesar de que los resultados en Copa Libertadores no fueron buenos) tanto el equipo alterno como el principal siempre rindieron en liga, llevándose la victoria en algunos partidos complicados en los que no hubo buen fútbol y sosteniendo un invicto hasta la última fecha del todos contra todos, ganando partidos importantes como el primer clásico regional y contra Millonarios en condición de visitante.

Luego de la dura derrota en la última fecha, en el que fue tal vez el clásico más reñido y emocionante de los últimos años, Atlético Nacional ganó en Montería sin complicaciones el partido de ida de los cuartos de final contra un Jaguares que no tenía nada que perder. Sin embargo, para la vuelta en el Atanasio Girardot, el exceso de confianza por poco y le pasa cuenta de cobro el cuadro Verdolaga, el cual se tuvo que ver obligado a remontar un 0-2 en contra.

Para la semifinal Atlético Nacional se enfrentó a Millonarios. El clásico con más estrellas del fútbol colombiano emocionó al país a pesar del frío 0-0 en Bogotá, en el que Franco Armani fue la figura absoluta del equipo. Días después, un fuerte aguacero fue el protagonista del cierre de una llave que parecía acabar en tanda de penales hasta que en las postrimerías del juego, Dayro Moreno conectó el balón con la red y llevó a su equipo a la gran final.

Un duro y en racha Deportivo Cali logró asustar a la fanaticada vedolaga, pues dio el primer golpe con un contundente y merecido 2-0 en Palmaseca (que pudo ser más). A pesar de eso, la jerarquía y el amor propio de los jugadores, sumado al acompañamiento masivo de la hinchada (inclusive en los entrenamientos previos al partido), lograron remontar sin problema el resultado adverso, aplastando al rival en la cancha con un global 5-1.

Atlético Nacional finalmente fue campeón, superando con creces los obstáculos y llevándose la estrella número 16,  La vara para el actual cuerpo técnico quedó alta, pero por historia, jerarquía y nómina, Nacional debe seguir buscando ganar los dos torneos locales que se vienen para el próximo semestre.