La obtención de la Copa Libertadores 2016 para Atlético Nacional fue un espectáculo en todo sentido y tuvo todos los condimentos de un torneo latinoamericano. El mejor equipo en la fase regular, arbitrajes polémicos, sufrimiento hasta el último minuto y demostración de jerarquía.

Al cumplirse un año de ese logro, el plantel ha cambiado y en VAVEL te hacemos un repaso de los guerreros titulares de esa noche y donde se encuentran ahora.

Franco Armani: Es uno de los pocos que siguen en el club. Uno de los mejores jugadores de esa copa y para el hincha quedará en la retina la triple atajada ante Rosario Central en el Gigante de Arroyito por la ida de los cuartos de final. Fue uno de los pocos que estuvo en los 14 partidos de la copa. A pesar de que tuvo ofertas de Boca Juniors y River Plate para irse después de la copa, Franco decidió quedarse y aumentar su historia y palmarés (13), siendo el jugador más ganador en toda la historia institución verde.

Farid Díaz: Dueño de la franja izquierda, el nacido en Agustín Codazzi partió a mitad de año para Olimpia de Paraguay, tras conseguir la Liga Águila 2016-I. Al igual que Armani, jugó los 14 partidos de la copa y sus buenas actuaciones en ese torneo le permitieron llegar a la Selección Colombia por primera vez y ser el lateral izquierdo titular.

Alexis Henríquez: Sigue en el club. Capitán y líder de la zona defensiva en Atlético Nacional. A pesar de que a mitad de año lo buscó el Once Caldas, decidió quedarse. En la Libertadores jugó 10 partidos. Además demostró toda su experiencia, acompañó y guió a un joven Dávinson Sánchez para que se convierta en una joya.

Dávinson Sánchez: El canterano de Nacional a sus 20 años se afianzó en la defensa titular (jugó los 14 encuentros) y demostró madurez en momentos críticos. Arriesgaba en la salida desde el fondo y sus quites deslizantes evitaron varias llegadas al arco. Su primer gol como profesional llegó en esta copa ante Sporting Cristal. Tras la copa fue vendido al Ajax por cinco millones de euros.

Daniel Bocanegra: Sigue en el club. Tal vez en este torneo se vio uno de sus niveles más altos. Al igual que Farid, dueño de la banda derecha y fue clave con sus centros para crear más de una opción de gol. A eso le sumó su pegada en pelota parada que le dio dos goles a Atlético Nacional en la copa. En total disputó 13 juegos.

Alexander Mejía: Pulmón, inteligencia y guerrero en el mediocampo. El único volante de recuperación del equipo, se bancó todos los ataques de los rivales y fue el encargado de darle el equilibrio al equipo cuando los laterales se iban al ataque. En plena copa fue vendido a León de México, pero le permitieron terminar la Libertadores. Estuvo en 12 partidos.

Alejandro Guerra. El jugador más valioso de la copa, tuvo se esplendor futbolístico en las fases finales. Rueda lo ubicó en el centro del campo y fue un éxito porque le dio juego y velocidad al equipo. Fue clave en los octavos de final ante Huracán porque sus dos goles le dieron la ventaja en el global a Nacional. En la vuelta ante Rosario Central, su gol le dio esperanza al equipo para buscar la remontada. Jugó 13 partidos. Al acabar la copa, Guerra fue vendido al Palmeiras a cambio de tres millones de dólares.

Guerra es el único venezolano en ganar esta distinción. | Foto: Club Atlético Nacional Oficial
Guerra es el único venezolano en ganar esta distinción. | Foto: Club Atlético Nacional Oficial

Orlando Berrío: Otro de los canteranos que se afianzó en la Libertadores y dueño del gol más gritado por los hinchas de Atlético Nacional. Corría el minuto 95 de la vuelta ante Rosario Central y los colombianos necesitan un gol para pasar de fase. Andrés Ibargüen desbordó y tiró un centro, Henríquez la peinó y Berrío le metió el pie para hacer estallar el Atanasio Girardot. También marcó en la final de ida ante Independiente del Valle y de esta forma se convirtió en el único jugador de Nacional en marcar en una final de Copa Libertadores y Copa Sudamericana (vs River Plate 2014). A principios de este año fue vendido al Flamengo a cambio de tres millones y medio de dólares.

Marlos Moreno: Fue una de las grandes apuestas de Rueda en el torneo y le pagó de gran manera. El juvenil fue un problema para todos los defensores por su velocidad y gambeta. Su gran momento llegó en la fase de grupos. A pesar de que no marcó goles en la fase final, creó varias opciones para sus compañeros. Jugó 13 partidos. A pocos días de la final, Moreno fue vendido al Manchester City por una cifra cercana a los 10 millones de dólares.

Macnelly Torres: Sigue en el club. El volante creativo fue uno de los jugadores que le benefició el parate de la copa. Fue suplente la primera parte y se veía perdido con la velocidad que le implementaban sus compañeros al juego. El buen rendimiento que tuvo en la liga local le permitieron volver a sumarse al equipo de la Libertadores. Marcó el primer gol de la remontada ante Central. Jugó 10 partidos.

Miguel Ángel Borja: Fue la cereza del pastel. Nacional inició la competencia sin un 9 de referencia y su gran torneo con el Cortuluá (19 goles, en 21 partidos) lo hicieron llegar al club verde. De los refuerzos, fue el único que tuvo impacto inmediato. En su debut en el Morumbi por las semifinales, marcó dos goles y en la vuelta repitió la dosis. En la final de vuelta marcó el único gol. En cuatro partidos, hizo cinco goles, fue el goleador de Nacional en el torneo y una huella imborrable para los hinchas. En febrero de este año fue vendido al Palmeiras por 10 millones de dólares (32 millones de reales).

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Sobre el autor
Simon Gomez
Periodista deportivo. Un ataque gana partidos, una defensa gana campeonatos.