Sin Orteman, Marín y Romero, apartados del equipo por razones extradeportivas, se presentaba Olimpia ante su afición en Para Uno para enfrentar a un Rubio Ñu en horas muy bajas. Tres de sus mejores hombres sin poder jugar y Pelusso haciendo encaje de bolillos para confeccionar una alineación en la que no se les eche demasiado de menos. Y parecía que no iba a ser así, por lo menos en el primer cuarto de hora.

Rubio Ñu, sin el Toro Acuña sancionado, salió con ganas y a punto estuvo de darle algún susto a un líder que parecía tocado tras una semana complicada. Pero pronto se hizo el Decano con la manija del partido y con un Biancucchi desequilibrante comenzó el asedio a la portería de Cabral. Luis Nery Caballero tuvo la más clara de la primera parte pero no acertó ante Cabral.

La segunda parte fue más movida. Olimpia las tuvo de todos los colores pero Cabral parecía un muro inexpugnable, Lo sacaba todo, lo parable y lo imparable, sobre todo una mano abajo tras remate de Biancucchi viniendo desde el otro palo que puede ser una de las pradas de este Apertura 2012. Más tarde sacó otra al argentino y comenzó a ejercer un efecto psicológico grande en los delanteros del Franjeado. Caballero tuvo otra que mandó fuera con todo a su favor. Zeballos se obsesionó con el gol y lo intentó de mil maneras, sobre todo a balón parado. Y en una internada del 10 olimpista llegó el agarrón de Arnaldo Rodríguez siendo último defensor. Expulsión y falta que Zeballos mandó al larguero provocando el enésimo suspiro en la afición de Para Uno.

Hubo polémica en el partido. Silva tocó con la mano el balón fuera del área y pudo ser expulsado pero el árbitro no lo vio y el Decano siguió con uno más en el marcador. No estaban ni Orteman ni Marín así que el juego se tornó más rápido y menos preciso en el cuadro local. Rubio Ñu se defendía como podía y se dedicaba a felicitar a su portero en cada ataque que éste le sacaba a Olimpia.

Pelusso movía el banquillo y acabó con 5 delanteros nada más y nada menos. Los dos equipos en el arco de un Cabral que seguía imponiéndose por alto en cada balón colgado al área por parte del local. El partido llegó al tramo final con un Olimpia a la desesperada y un Rubio Ñu acusando el desgaste de defender con 10 casi toda la segunda parte.

Con el descuento terminado y con los aficionados olimpistas camino de las salidas del estadio llegó el delirio en la última jugada del partido. Almirón habilitó a Biancucchi que perforaba las ilusiones de Rubio Ñu, la muralla de Cabral y provocaba el éxtasis en Para Uno, que después de dos semanas difíciles veía como su equipo ganaba un partido difícil en el último momento.

Con esta victoria, Olimpia aventaja momentáneamente a Cerro Porteño en 5 puntos a la espera del partido entre el Ciclón e Independiente. Un gol que bien vale una entrada. Y quién sabe si Biancucchi, primo de Messi, habrá dado el torneo a Olimpia. Lo veremos al final de un Apertura que sigue dejándonos momentos de emoción partido a partido.