Los celestes aprovecharon el gol que tuvieron de arranque, gracias a una jugada de Martín Cáceres que efectuó un certero centro para que Sebastián Fernández le pegara cruzado poniendo la ventaja que al final sería definitiva. En el resto del primer tiempo, Italia hizo lo suyo. Gran partido de Balotelli, que a pesar de que la defensa celeste jugó de gran forma, fue una complicación e hizo que por marcarlo de manera tan fuerte, 3 de los de 4 defensas terminaran amonestados (Martín Cáceres, Álvaro Pereira y Diego Lugano).

El segundo tiempo fue más de lo mismo. Italia dominando y Uruguay, con una defensa ordenada, aguantando. Por la amonestación de Diego Lugano y por ser uno de los jugadores que juega más fuerte, Tabárez decidió sustituitlo por Sebastián Coates, que cumplió una correcta labor. Otro que se fue sustituido, con un golpe en la cara, fue Diego Pérez, dando ingreso a Sebastián Eguren, de flojo desempeño.

Balotelli ya no fue tan protagonista e Italia intentó tiros desde afuera del área. Fernando Muslera, de gran actuación en la Copa América y vital en la coronación, fue una de las figuras del partido. Tapó varias jugadas de gol, entre las que se destaca un tiro de volea de Balzaretti que picó mal y lo pudo descolocar. Pero Muslera, muy seguro, reaccionó a tiempo para mandarla al tiro de esquina. Otro que estuvo en muy bien nivel, como es habitual, fue Martín Cáceres, quitando todo lo que pudo en el fondo.

Lo mejor de Uruguay se dio cuando logró contragolpes rápidos. Cavani, tras desborde de Cristian Rodríguez por la izquierda, tuvo el segundo, pero le pegó muy mal y la pelota terminó rebotando en un compañero. También el del Napoli pudo aumentar con un cabezazo que fue contenido por Bufón, que no tuvo mucho trabajo.

Los últimos 15 minutos fueron de amplio dominio de Italia, ante un Uruguay que se refugió en su área y que dejó solo a Emiliano Alfaro (que debutó en la selección tras ingresar por Sebastián Fernández los últimos minutos) arriba. Más aún después de la expulsión de Álvaro Pereira, tras doble amarilla, por una mano que el juez estimó fue con intención.

Con un planteamiento inteligente tras el tempranero gol, y sufriendo hasta el final, como lo marca su historia, Uruguay logró una reconfortante victoria de visitante ante la siempre difícil Italia.