El partido fue muy trabado en la mitad de la cancha. Como casi todo clásico en donde ambos se juegan algo importante, reinaron más la marca, las conversaciones, las desprolijidades y el clima caliente que el buen fútbol.

Peñarol fue más en el primer tiempo, a base de empuje. Tuvo varias ocasiones claras de gol que convirtieron al golero tricolor Rodrigo Muñoz en figura. A los 8 minutos, Maximiliano Pérez sacó un remate que contuvo muy bien el guardameta. En el rebote no pudo concretarla Santiago Silva, de flojo partido, que tuvo otra oportunidad a los 11 cuando mandó muy por encima del horizontal su remate, tras centro de Walter López. A los 23, el brasileño Joao Pedro casi convirtió un gol olímpico. Muñoz la manoteó como pudo y la mandó al córner, acrecentando así su condición de figura de los albos. Si el primer tiempo hubiera terminado en ventaja para Peñarol era lo justo, pero la mala puntería, la mala suerte y Rodrigo Muñoz jugaron en contra del aurinegro.

Por el lado de Nacional la situación fue distinta. No encontró la pelota en el mediocampo y mostró una imagen bastante pálida. La ocasión más clara de gol se le presentó en el minuto 42, cuando tras un saque lateral de Cristian Nuñez, Alexander Medina hizo de pivot, la aguantó y la tocó atrás para Matías Cabrera, cuyo remate fue enviado al corner por Fabián Carini. Antes había tenido una a los los 20, cuando tras un desborde por la derecha con centro incluido de Medina, Carlos Valdez quiso despejar y casi la metió en su propio arco.

Para el segundo tiempo Marcelo Gallardo se decidió por dos cambios para buscar revertir la pálida imagen mostrada en el primer tiempo, buscando generación de fútbol. Ingresaron Gonzalo Bueno, juvenil debutante en partidos clásicos, por el argentino Matías Sosa, y Álvaro Recoba, de dilatada trayectoria internacional y uno de los más experimentados del plantel, por Mathías Abero.

Por el lado de Peñarol, ingresó Adrián Gunino (ex Boca) por Santiago Silva, que había errado dos goles claros. Con este cambio adelantó un poco a Joao Pedro, que abandonó su posición de enganche para jugar más cerca del arco tricolor.

La estrategia le salió bien a Gallardo. Bueno le cambió la cara a Nacional. Cada vez que atacó por la izquierda lo hizo de gran manera y generó situaciones claras de peligro, siendo una pesadilla para la defensa aurinegra. Nacional se hizo dueño del cotejo y jugó de manera totalmente diferente a la primera parte, por lo que parecía que se iba a poner en ventaja.

Pero a los 14 minutos Sebastián Rosano sorprendió a todos con un centro que se fue cerrando y se le coló a Muñoz, que se mostró sorprendido. El carbonero, cuando menos se lo merecía y de la forma menos esperada, consiguió el 1 a 0 a su favor, generando el delirio de sus hinchas que se ubicaron en la tribuna Amsterdam.

Apenas se puso en desventaja, Marcelo Gallardo se decidió por otro cambio, el último disponible. El juvenil Renato César, de 18 años, también debutante en clásicos, ingresó por el mediocampista Facundo Piriz, en un cambio de carácter netamente ofensivo.

A los 18 minutos, tras una muy buena combinación entre Nuñez y Cabrera, este último mandó un centro al área. Alexander Medina arrastró marcas y le permitió a Gonzalo Bueno anticipar en el segundo palo para poner el empate. Debut con gol para el juvenil, que a la postre se transformaría en la figura de la cancha.

El dominio era de Nacional. Peñarol intentaba una tímida reacción, pero estaba bastante metido atrás y con pocas ideas. A los 25 minutos lo tuvo Joao Pedro, tras una buena combinación con Maximiliano Pérez, pero se encontró con Rodrigo Muñoz que lo ahogó de buena forma.

A los 43 minutos de la parte complementaria el panorama se volvía negro para los tricolores, que sufrieron la expulsión de Jadson Viera, quien había sido gran figura en el fondo tricolor. No sólo dejó a su equipo con diez jugadores, si no que le facilitó un tiro libre al borde del área al carbonero. Se le complicaba el partido a Nacional, que enfrentaría los últimos minutos con un hombre de menos.

Peñarol no supo aprovechar el tiro libre, que dio en la barrera. Rosano, tras pase del paraguayo Torres, que había agarrado el rebote, remató al arco. La pelota dio en un defensa tricolor y se fue al corner. Sería una de las últimas jugadas para que Peñarol buscara la victoria en los últimos instantes. El tiro de esquina fue muy mal rematado por parte de los aurinegros y Nacional sacó un rápido contragolpe con Gonzalo Bueno a la cabeza. Venía Darwin Torres solo por la punta derecha, Bueno lo vio y cruzó el balón. Adrián Gunino puso la mano, generando un clarísimo e infantil penal. Era la última jugada del partido y Nacional tenía la posibilidad de liquidarlo mediante un tiro desde el punto del penal.

Álvaro Recoba se hizo cargo de esa responsabilidad y disparó fuerte y al medio. Carini se tiró a su derecha. Nacional se ponía en ventaja en los descuentos. Peñarol apenas estaba sacando de la mitad de la cancha cuando Darío Ubiríaco, de correcto arbitraje, dio el pitazo final. De atrás, con un hombre de menos y dejando a su tradicional rival con pocas posibilidades de campeonar, como al hincha más le gusta, los tricolores se fueron victoriosos y se pusieron a 2 puntos de Danubio cuando quedan 6 por jugar.