El partido estaba empatado. La cosa estaba difícil. Nacional tenía que ganar para salir campeón y no depender de otros resultados. Para peor, desde Jardines del Hipódromo llegaban malas noticias. Danubio, inmediato perseguidor, vencía ampliamente a Bella Vista y con ese resultado se coronaba campeón, relegando al tricolor al segundo puesto.

Era un partido muy cerrado, intenso y disputado, con Liverpool haciendo las cosas bien en defensa pero no en generación de fútbol y Nacional, que a pesar de que dominaba el partido y hacía bien las cosas, no encontraba el gol.

A los 39 minutos sucedió un hecho insólito. Un defensa le tiró la pelota larga al golero negriazul Matías Castro y al intentar sacarla, se lesionó. Entró Guillermo de Amores en su lugar, un juvenil de 17 años que formara parte del torneo sub 17 en el que Uruguay saliera subcampeón. Fue su debut oficial en primera división.

En el segundo tiempo Nacional salió decidido a buscar la ventaja, más a base de empuje que de buen fútbol. Le llegaban noticias de que Danubio iba ganando y se notaba bastante nerviosismo. Gallardo puso 2 cambios ofensivos buscando la ventaja para el arranque: Ingresaron Gonzalo Bueno y quien a la postre sería el jugador más importante, Álvaro Recoba. Más tarde ingresó Joaquín Boghosián.

A falta de 10 minutos del final, cuando Nacional había intentado la apertura de varias formas, Recoba, en gran maniobra individual, deja sin asunto al joven meta negriazul De Amores, con un potente remate cruzado poniendo lo que seria el definitivo 1 a 0.

Nacional es el campeón. El equipo de Gallardo superó su mal momento y cuando muchos pedían la cabeza del entrenador, los dirigentes bancaron el proyecto. Dio sus frutos