Con contundencia, Peñarol venció 4 a 2 al Palestino de Chile. Desde el primer tiempo ya estaba prácticamente sellada la victoria, pues terminó 2 a 0 con dos goles de quien fuera el capitán de Uruguay en los Juegos Panamericanos, Emiliano Albín.

Apenas comenzado el segundo tiempo, Santiago Silva se encargó de aumentar la ventaja. A pesar de que Canales puso el descuento para los chilenos, otra vez Silva se encargó de sepultar cualquier ilusión de los chilenos.

Peñarol fue claro dominador del encuentro y en ningún momento se puso en duda su victoria. Fue más consistente en el juego y tuvo a la figura del encuentro: Emiliano Albín. Marcó un golazo luego de una jugada y definición propia de un volante de creación habilidoso y no de un defensa como lo es él. Minutos después no le tembló el pulso al ejecutar muy bien un penal que le habían hecho a Zalayeta, para poner el 2 a 0.

El resto del partido no merece análisis. Palestino, a pesar de que logró hacer un gol en un contraataque rápido, pocas cosas hizo para pelearle a Peñarol de igual a igual y el partido fue prácticamente todo de los mirasoles.

Varios jugadores se destacaron en el carbonero, aparte de la figura Emiliano Albín. Juan Álvez, a quien se lo notó un poco nervioso en su debut en el clásico, se afirmó en la saga y cumplió una gran labor sustituyendo al suspendido Carlos Valdez. Va a dar una gran mano, ya que puede jugar en cualquier puesto de la saga. Gran partido de Cristóforo, que ya había cumplido de gran forma en el clásico, donde había hecho un gol. También fue un buen partido de Amodio, que no había tenido buenas participaciones desde su llegada, y del juvenil Guichón, autor de un brillante pase para uno de los goles de Santiago Silva, que tuvo una muy buena actuación anotando dos goles.

Peñarol gana la Copa Bimbo por primera vez, sin problemas, e ilusiona a la hinchada para la doble competencia que se le viene.