Luego de 90 días, el fútbol profesional comenzó para el manya, y por ende, una nueva ilusión, de manera obligatoria. Tras quedar en la segunda posición del Torneo Clausura pasado y con esa amarga sensación de no haber podido gritar campeón (desperdició puntos en la anteúltima fecha ante Liverpool y había arrancado mal dicho campeonato), hoy comenzó un nuevo sueño, con aire renovado y con jugadores que han llegado a la institución en este mercado de pases. Y todo ello funcionó bastante bien, ya que derrotó a su rival de turno de manera clara y convincente. El pasado oscuro se volvió a iluminar.

Táctica 3-4-1-2 fue la que viene utilizando Jorge Fosatti en cada partido, y hoy no fue la excepción. Con el objetivo de utilizar bien las bandas, apostar a la creación desde el mediocampo y “sacarle el jugo” a cada posición, se aprontaba Peñarol para dar el puntapié inicial. Funcionó en gran parte del juego, iniciando dicha idea desde los primeros minutos del primer tiempo, en donde Antonio Pacheco - ídolo indiscutido por la institución y a pesar de su longeva edad, sigue aportando todo su potencial- tomó las riendas del encuentro. Luego de varias chances de gol, el Tony, a los 10 minutos, tuvo la posibilidad de anotar y no la desaprovechó: remate cruzado de zurda para vencer al arquero Mathías Cubero.

Solidez defensiva, creación en el mediocampo y la velocidad de sus jugadores fueron las claves para que el “Manya” siga creciendo en el encuentro. El delantero Jonathan Rodriguez estuvo “picante” como siempre, pero el palo le negó su gol cuando se terminaba el primer período. ¿Cerro? Nunca encontró la oportunidad para penetrar a su rival, se mostró más defensivo que ofensivo y sin que sus principales jugadores puedan lucirse, tales son los casos Pablo Caballero y Carlos Grosmuller, ambos mediocampistas.

Para el segundo tiempo, el local siguió la manera jugar que demostró en los 45 minutos anteriores. Antonio Pacheco, nuevamente, fue el autor del segundo gol en el Estadio Centenario cuando transcurrían 6 minutos. ¿Cómo fue su gol? Diogo Silvestre aprovechó su velocidad por la izquierda, llegó hasta el fondo de la cancha, envió un centro raso hacia el área y ahí lo encontró al 8, quien remató y venció el arco visitante. Partido más que liquidado en aquel momento. Los dirigidos por Pablo Rodriguez se vieron superados en todos los sectores de la cancha, en especial la defensa, que sufrió mas de la cuenta a los delanteros Marcelo Zalayeta y Jonathan Rodriguez, además de los laterales (Andrés Rodales y el brasileño Diogo Silvestre, este último tuvo la posibilidad de anotar otro gol).

Ya definido el encuentro, ambos equipos se dispusieron a efectuar cambios, dándoles rodaje a algunos de los suplentes. La figura del partido, Antonio Pacheco le dejó su lugar al debutante Alejandro Silva mientras que Juan Manuel Olivera ingresaría minutos antes de la finalización del partido; por su parte, el delantero Mario Regueiro, incorporación para este campeonato, ingresó con el objetivo de intentar descontar aunque ya era muy tarde, por más que Cerro se haya adelantado unos metros y mejorando su profundidad. Peñarol encontró el ter gol en el tiempo añadido gracias a Jorge Rodriguez, ayudado por la mala salida de Mathías Cubero.

Triunfo merecido, debut soñado e ilusión latente. Deberá seguir Peñarol por este camino y ratificar su buen momento en la segunda fecha ante Juventud de Las Piedras como visitante, aunque el miércoles tendrá que viajar hasta Bolivia y jugar ante Jorge Wilstermann por la Copa Sudamericana. A tener cuidado con el equipo de Jorge Fosatti

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