Agónico, electrizante, plagado de emociones, como debe ser un clásico. Luego de dos años de espera, el clásico villero se hizo presente en el futbol uruguayo.

Los picapiedras se pusieron en ventaja ni bien comenzado el compromiso. Un centro rastrero llegó al área de los albicelestes, Andrés Ravecca falló en el despeje y apareció Gonzalo Malán, el mismo de los goles a Peñarol, para poner el 1-0 nada más a los dos minutos.

Los de Juan Tejera tuvieron más la pelota pero no lograron incomodar el arco defendido por Bernardo Long. Los verdirrojos tuvieron chances para aumentar con varios contragolpes pero no tuvieron la eficacia necesaria. Con ventaja para el local se fue el primer tiempo.

Al complemento, los cerrenses saltaron con otra disposición, Mario Regueiro no pudo vencer a Long con un remate dentro del área. A los 58 minutos apareció el empate; Hugo Silveira tomó un rebote y definió para empatar el encuentro. De ahí en adelante pasó poco y nada en zona de ataque. El encuentro estuvo detenido por unos minutos gracias a que un petardo cayó sobre Pablo Caballero y algunas bombas de humo de color verde y rojo.

Se acercaba el final y parecía que todo se iría en tablas. a los 93 Malán tuvo un error fatal al tardar en despejar una pelota luego de un tiro libre a favor de Cerro, y Fabricio Núñez no desaprovechó para poner el 2-1 que sería definitivo.

Con estos tres puntos de oro, sumando su segunda victoria consecutiva, el albiceleste queda con 48 puntos en la tabla del descenso, superando a Juventud por dos unidades, y le saco 14 a su rival de todas las horas, que es el equipo mejor ubicado de los tres que descienden hasta el momento. Logró una victoria clave, no solo en los puntos sino también en lo anímico. Los de Juan Tejera suman 43 triunfos sobre 41 de Rampla y el mismo número de empates.