En la denominada Noche del Juramento Blanquiazul, donde se presenta el plantel de Alianza Lima, el local consiguió un triunfo muy sufrido ante un Fénix aguerrido que viajó a plantear una dura pelea, buscando cortar la fiesta.

El encuentro comenzó con la iniciativa del local, con varios ataques comandados tanto por Guevgozián como por Gabriel Costa, quienes mas molestaron a la zaga del Fénix. Además de Guizasola que mediante sus excelentes subidas por la derecha del ataque también supo complicar a los albivioletas.

El equipo de Rosario Martinez, se cerró muy bien neutralizando los ataques del local, llevando a finalizar el primer tiempo con el marcador en cero, ya que Alianza no encontró amplitud ni profundidad en ataque. En la segunda mitad, los de Capurro continuaban realizando un buen trabajo en defensa y apostando a la magia de Martín Ligüera para buscar abrir el marcador, pero con la desventaja de haber sufrido la expulsión de Lucas Cavallini. Alianza Lima salió más decidido y finalmente a los 63 minutos Christian Cueva abrió el partido con su gol para alegrar un poco mas la fiesta.

Tras el gol aliancista se calentaron los aires con algunos incidentes entre jugadores, lo que ocasionó las expulsiones de Landauri por los locales y de Gabrielli por el lado de los charrúas. Determinando que los albivioletas terminen el encuentro con nueve hombres en cancha, lo que cortó las ilusiones de la gente de Capurro de quedarse con el amistoso jugado con pierna fuerte e intensidad.