Con goles sobre el cierre del encuentro de Maximiliano Rolón y Rodrigo Contreras, el seleccionado que dirige Humberto Grondona se llevó una victoria que lo deja como líder junto con Uruguay a falta de dos fechas para la finalización del torneo. Fue un partido deslucido, en líneas generales. Ambos se preocuparon más de cuidar el arco propio que de atacar al rival.

La primera jugada de peligro la tuvo Argentina: en el minuto 14, el defensor Tiago Casasola disparó de volea hacia el arco adversario, pero su remate se fue desviado. Un minuto más tarde, Ángel Correa, que fue el jugador más destacado del encuentro, probó desde lejos con un sorpresivo tiro desde fuera del área que encontró bien parado a Marcos, que pudo controlar el balón.

Brasil inquietó poco a Augusto Batalla. Apenas probó con algunos remates de media distancia que no lograron inquietar al portero de River Plate. El hábil Kenedy se encontraba activo pero no tenía con quien asociarse, ya que sus compañeros no estaban precisos en la tarde del domingo.

A los 24 minutos llegaría la situación más clara del primer tiempo: Correa apostó al uno contra uno ante Cajú en el sector derecho del ataque argentino, superó su marca y envió un centro hacia el área. Giovanni Simeone se esforzó para conectar el balón con la cabeza pero apenas pudo rozarla, por lo que no le dió la dirección corecta a la pelota, que se fue cerca del vertical derecho de Marcos. El delantero millonario si bien salió del área en muchas ocasiones para entrar en juego y distribuyó bien el balón cuando lo tuvo en sus pies, no estuvo fino a la hora de la definición.
 
El empate sin goles era justo, ninguno de los dos equipos había hecho méritos suficientes para ponerse en ventaja.
 
En el segundo tiempo Brasil mostró otra actitud y salió a buscar la apertura del marcador. Casi lo logra en el minuto 52 gracias a un remate de Lucas, pero Batalla se estiró y alcanzó a desviar el balón que se metía junto a un palo. Una gran jugada individual de Gerson dio lugar a un centro y a un posterior pase atrás que terminó con este disparo que fue rechazado por el arquero argentino.

Diez minutos más tarde, Cristian Espinoza, que ingresó en la segunda mitad, ejecutó un tiro libre que se posó sobre el techo del arco del golero brasileño, siendo lo más destacable del equipo albiceleste en ese insípido momento del partido.

El epílogo del encuentro fue distinto. Defensas desordenadas y ataques con muchos hombres hicieron del final un emotivo momento, que hacía prever un desenlace con un score abierto.

El seleccionado de Alexandre Gallo tuvo la oportunidad de ponerse en ventaja en el minuto 69, pero el egoísmo de Gabriel, quien prefirió rematar hacia el arco en vez de asistir a un compañero que aparecía sin marca por el flanco opuesto, hizo que los norteños ahogaran su grito de gol. El delantero de Santos quedó frente a frente con Batalla, pero no logró darle de lleno al balón, que salió suavemente hacia las manos del arquero.

Cinco minutos después llegaría la respuesta de Argentina. Tras un potente remate de Leonardo Rolón que tapó Marcos de buena forma, Simeone recogió el rebote en el área chica, pero el disparo del goleador dio en el horizontal, salvándose Brasil de manera poco creíble. El portero estaba vencido, pero el delantero calzó desde abajo el balón, que se elevó tanto que no pudo besar las redes del arco adversario.
 
A 4 minutos del final, el frenético ida y vuelta del juego encontró mal parada a la última línea brasileña, que no pudo interceptar un brillante pase realizado con la cara externa del pie derecho de Correa que dejó de cara al gol a Maximiliano Rolón, quien se enfrentó al golero y lo venció con un toque sutil hacia un costado.

Rolón acertó, no así Gabriel, y ese fue el único motivo por el cual Argentina se fue victoriosa del Parque Central. Tres minutos después del primer tanto, quien estiró la ventaja fue Rodrigo Contreras, concretando con acierto un centro enviado por Espinoza desde el sector derecho del ataque albiceleste y sentenció el partido.

Este triunfo le otorga a los de Grondona grandes chances de campeonar y deja mucha preocupación a los brasileños, que no han encontrado su fútbol más que en cuentagotas y que se alejan de la pelea por el título.