Los tricolores llegaron a la curva sabiendo la necesidad inminente de una victoria para prenderse en la lucha por el Torneo Clausura y preservar distancias en la tabla anual.

Tan solo en seis minutos, el actual campeón del futbol uruguayo, logró derrumbar todas las expectativas y así hundir aun más a un equipo que probó de todo pero aun así, no logra despejar las nubes de una crisis futbolística.

El primer tiempo fue de terror para los albos, dos excelentes jugadas ofensivas de los franjeados lograron resaltar y dejar en evidencia las innegables fallas defensivas que vienen sufriendo los tricolores a lo largo del torneo.

En este aspecto preocupa el bajísimo rendimiento que ha demostrado Guillermo de los Santos en la zaga, y la pregunta que todos los hinchas tricolores tienen en su cabeza es por qué no juega Valdés.

Los albos salieron a llevarse el partido, así se lo vio en los primeros minutos manejando el juego y metiendo presión en la salida de su rival. Tras los problemas de sanidad que siguen descartando a Iván Alonso del equipo, fue Leandro Barcia el que apareció como 9 con tres volantes a su espalda, Cristian Tabó, Álvaro Recoba y Gastón Pereiro respectivamente, con la intención de sumar a la velocidad de la ofensiva un buen manejo del balón.

La más clara la tuvo Barcia a los 10’, luego de una gran corrida la cual debió finalizar rematando al arco pero decidió buscar el pase a Espino. A partir de ese momento el juego de Nacional se desmoronó, lo que se vio reflejado a los 17´ con un golazo de Gonzalo Barreto, primer gol en primera división con Danubio, con un eufórico festejo que le costó la tarjeta amarrilla. Fue una tarde perfecta para Barreto que fue clave convirtiendo el primer gol y asistiendo en el segundo.

Para ese entonces los de La Blanqueada se habían quedado sin ideas y el bajón anímico se hizo notar cuando a los 23’ Bruno Fornaroli tras la asistencia de Barreto sentencia un 2 a 0 que golpeó de forma durísima a los visitantes. Jugada polémica si las hay, fue la del segundo tanto de los dirigidos por Leonardo Ramos, donde se reclama una mano del 9 local, para algunos sin intención, que decretó la jugada que culminaría en el segundo gol.

En el complemento Álvaro Gutiérrez probó de todo, paró el equipo con línea de tres, sacó a Espino dejando el fondo con Gorga, De los Santos y Polenta. El que ingresó fue Carlos De Pena.

Así los albos salieron a llevarse por delante el partido y buscar el descuento a toda costa. Con este impulso a los 3’ del complemento llegaría el gol de Pereiro tras un  zurdazo sobre la marca de De Los Santos, para reanimar a un equipo que se jugaba todo por ir a buscar el partido, quedando frágil en defensa y arriesgándose a sufrir con algún contragolpe.

De allí en más Nacional atacó con todo lo que tenía. Se dio el ingreso de Sebastian Fernández a los 70´, el cual tuvo una chance clara de convertir  frente Torgnascioli pero que terminó resolviendo de mal manera.

Llegados los últimos 10’ del complemento, con un equipo totalmente jugado, el DT mandó a la cancha a "Nacho" González,  después de tanto tiempo sin ser tenido en cuenta.

Por más que probó, experimentó y se jugó con todo lo que tenía, Nacional no logró descifrar la fórmula de la victoria. Más que un momento de crisis es un momento de reflexión y autocrítica para el tricolor, que perdió una de las claves de su triunfo arrasador en el pasado apertura, La Efectividad.

Los números son duros para Nacional con 4 puntos conseguidos de 15 disputados, lo cual se traduce en tres derrotas, un empate y una victoria.

El tricolor casi no divisa la punta del Torneo Clausura desde su 14° posición, y sigue descuidando y achicando distancias en la tabla anual.

Mas allá de tener un lugar asegurado en la definición, Gutiérrez no puede ignorar que el momento por el que esta pasando el equipo no es nada bueno. Deberá tener autocrítica y evaluar los errores cometidos para demostrar que su equipo sigue siendo el mejor del futbol uruguayo.

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