Desahogo, júbilo, bocanada de aire para el tricolor que la necesitaba más que nunca en la temporada. Es que venía de caer en dos oportunidades consecutivas (ante River Plate y Danubio) y en el reencuentro con su público debía redimirse. Y pese a algunas imprecisiones defensivas, sumó de a tres como local, cosa que en los otros encuentros disputados en este Clausura en esa condición (Sud América y el mencionado equipo darsenero) no lo había podido lograr, todo lo contrario: cayó en las dos presentaciones.

Sabedor de la nombrada situación, Nacional salió a aplastar al humilde equipo carolino que hasta el encuentro llevaba más del doble de los puntos que acumulaba el encumbrado tricolor (nueve puntos de los carolinos contra cuatro que apenas sumaba el bolsilludo).

Falta de eficacia, un problema para el albo en la primera parte

Los comandados por Álvaro Gutiérrez llegaban con mucha asiduidad a la meta defendida por Carlos Méndez (quien está reemplazando al lesionado Martín Barlocco), pero el 12 del equipo azul, respondía de gran manera. "Nacho" González comandó la batuta del tricolor, que generó hasta quince situaciones de gol en todo el partido y de las cuales siete, habrán sido en la primera parte, un capítulo que solo por esas cosas del fútbol se fue en silencio con un cero patatero al descanso, para repasar con el entrenador lo que había pasado y buscar las porterías en la segunda mitad.

En siete minutos, el Bolso logró dos veces lo que no pudo en 45

Diego Arismendi celebra el primer gol con la afición nacionalófila. (Foto: @SantiViojo)

Primero, Diego Arismendi vulneró la valla del meta visitante tras una jugada preparada salida de un corner donde Gonzalo Porras tocó para Iván Alonso quien dio nuevamente al ex Danubio quien ejecutó un centro a la cabeza de Leandro Barcia, para que la baje notablemente hacia Diego Arismendi para marcar el primero con un testarazo desde el borde del área pequeña.

Pero no era todo, sin dar respiro a los visitantes, un fantástico sprint de Carlos de Pena por su sector, el izquierdo, permitió al bolso duplicar diferencias. El festejo, algo excesivo, le costó la tarjeta amarilla, pero poco le importó al veloz mediocampista albo. Nacional parecía cerrar el partido. Pero no estaba para nada terminado el trámite.

Gonzalo Castillo hace historia

El defensor central de los azulgranas, marcó el primer tanto del conjunto del departamento de Maldonado en toda la historia de los duelos ante Nacional. Es que en los tres partidos anteriores (5-0, 0-6 y 0-2) nunca había podido anotarle a los que visten de blanco. Castillo, marcó el primero de los tres goles visitantes, en el minuto 56, aunque, eso sí en posición adelantada. Momento histórico, pese al resultado final para los de San Carlos.

De Pena y toda la alegría tricolor

Y otra vez, apareció Carlos. En un lapso de seis minutos le fue suficiente para marcar dos goles. Minutos 61 y 67. Primero, tras una gran jugada de Leandro Barcia, quien centró rastrero hacia el área chica y allí estaba, como pescador, Carlos de Pena, y luego, con algo de suerte, tras un cabezazo y también quizás, con algo de ayuda de Méndez (que hasta allí, no había fallado)

Nacional se relaja y Atenas se echa arriba metiendo dos goles

Facundo Peraza, la carta goleadora de los azulgranas, se echó el equipo al hombro. Primero, en una jugada con varios rebotes, logró marcar el 4-2 y poner en partido a su equipo, y apenas ocho minutos despues, un penal generado por Gonzalo Porras, producto de una mano, permitió al propio Peraza marcar el 4-3. Nacional se relajó tras la diferencia de tres y pudo pagarlo caro.

Gonzalo Ramos cerró la noche con una definición de categoría

Finalizaba el partido y estaba para cualquiera. Podía empatarse, o podía aumentar la ventaja el tricolor. Finalmente, el resultado fue de 5-3. Una internada en velocidad de Gonzalo Ramos por sector derecho, y una definición en vaselina por encima de Carlos Méndez, hizo explotar de júblio al Gran Parque Central con el posterior final del partido. El Nano le puso la tapa al partido y la tranquilidad para los más de 15.000 asistentes al Primer Estadio Mundialista.

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