Es importante, a la hora  de establecer las metas a cumplir, analizar el contexto en el que se disputará la competencia y tener en cuenta la capacidad de los rivales a enfrentar para poder medir hasta donde se puede llegar. La selección sub-20,  dirigida por Rafael Dudamel, tiene sin duda la preparación y los elementos individuales para cumplir el objetivo de ir al Mundial pero el rival también juega.

La selección nacional cuenta con una de las generaciones más prometedoras de la historia reciente pero, para variar, participamos en una de las confederaciones mas competitivas del orbe y nunca se puede cantar victoria.

Ecuador: Un sueño de altura

El Mini Tri busca conseguir en casa volver a un campeonato mundial Sub-20 después de no haber participado en las ediciones de 2013 y 2015. De la mano de Javier Rodríguez como director técnico y Bryan Cabezas como principal revulsivo los ecuatorianos buscan darle una alegría a su país.

La experiencia del equipo parte desde el cuerpo técnico, que ha dirigido un proceso con sudamericanos en categorías sub-15 y 17, así como el Mundial sub-17 en Chile y que ha conseguido reforzar al grupo con seleccionados que han destacado en primera división, además del aporte de legionarios que hacen vida en el Viejo Continente.

El combinado tricolor basa su juego en un estilo directo muy agresivo de cara al arco contrario basándose en las capacidades individuales de sus jugadores. “Es muy importante conocer la estrategia. Ecuador tiene un fútbol muy agresivo, no violento, pero agresivo para ir adelante, jugamos respetando al fútbol, no al rival, ese es nuestro trabajo”, expresó el seleccionador ecuatoriano.

Al mismo tiempo, admite que el equipo tiene que pensar en grande para poder aspirar a cosas importantes. “Debemos cambiar la mentalidad del jugador, jugaremos en casa, estamos en nuestro país y apuntamos a lo más alto, entonces por qué no pensar en ser campeones del Sudamericano”, apuntó Rodríguez.

La selección tricolor dependerá de la capacidad de Bryan Cabezas para asociarse con sus compañeros y su trascendencia en la zona de generación y finalización de las jugadas. Cabezas es pieza fundamental del Independiente del Valle, finalista de la Copa Libertadores 2016 y actual jugador del Atalanta de Italia.

Uruguay: La garra innegociable

La celeste juega con el peso de la historia en sus espaldas. La selección dirigida por Fabian Coito, un veterano en las categorías inferiores del balompié uruguayo, tiene la responsabilidad de mantener la seguidilla de 5 campeonatos mundiales clasificados de manera consecutiva, pero buscando ganar un campeonato suramericano, algo que se le hace esquivo desde el año 1981,  justamente con Ecuador como sede.

"Es un lindo grupo, con experiencia en Primera y en partidos internacionales. Lo que da Primera, convivir en un vestuario y jugar partidos con el riesgo del resultado, no lo da otra cosa" afirmó Coito en Rueda de prensa ya en suelo ecuatoriano.

El combinado uruguayo se basa en el equilibrio de sus líneas, característico de la historia celeste, dependiendo de las capacidades de Rodrigo Bentancur, volante de Boca Juniors, para surtir de balones a Diego Rubio y Nicolás Schiappacasse, delantero de la cantera del Atlético de Madrid, en quienes recae la responsabilidad de agredir la portería rival. Lo único innegociable es la garra y el hambre de conseguir cosas importantes.

"Estamos muy bien, entrenando cada vez más duro para llegar al torneo. Soy uno más que tuve la suerte de emigrar. Trabajo duro para estar entre los once. En España el fútbol es diferente, más rápido y sirve para volcarlo acá", declaró Nicolás Schiappacasse cuando se unió a la concentración celeste.

Argentina: Vigente campeona con problemas

El seleccionado argentino llega a Ecuador rodeado de un mar de dudas. Este plantel, por los problemas de la Asociación de Futbol Argentino (AFA), es uno de los que menos preparación tuvo en las dos últimas décadas. Un proceso alejado de lo realizado por sus rivales, pero Claudio Úbeda entrenador albiceleste le resta importancia a la cantidad de entrenamientos pero si a la cantidad de competencias disputadas en comparación con sus rivales.

“La única diferencia que veo es la competencia que tuvieron los demás seleccionados, que jugaron torneos y muchos partidos durante el año y eso es un déficit que no lo vamos a poder equilibrar hasta que empiece el torneo y podamos medirnos mejor”, declaró Úbeda en un entrevista para el Diario La Nación de Argentina.

Pese a todo, el seleccionado argentino cuenta con un arsenal de jugadores con experiencia en Primera división y en equipos de la primera categoría como Santiago Ascacibar parte de la columna vertebral de Estudiantes de Plata y titular de la selección argentina que disputó los Juegos Olímpicos de Río 2016.

“Ascacibar es líder por naturaleza, no solo por lo que juega. Tiene una enorme personalidad y lo va a ser en la estructura del equipo.” analizó el entrenador en tierras ecuatorianas donde también contará con el joven de Independiente de Avellaneda Ezequiel Barcos, uno de los jugadores más prometedores del fútbol argentino.

En cuanto al estilo, Úbeda confirmó que sus equipos se definen por tener identidad de juego y con mucha convicción de lo que quieren hacer. "Agresivo para recuperar la pelota y que sepa atacar una vez que tomó la posesión. Pero por sobre todas las cosas, que marque y sepa la manera de jugar el partido independientemente del rival. Lo único que no le puede faltar a un equipo es la actitud, eso no se negocia”.

Argentina viaja a Ecuador como defensor del título y, pese a no contar con un proceso de preparación adecuado para un torneo de esta magnitud, siempre será un rival peligroso de enfrentar con jugadores capacitados para luchar hasta el final como refleja la historia del balompié de ese país.

Brasil: La eterna Campeona

La historia muestra que Brasil es el combinado más fuerte del continente americano cuando hablamos de categorías inferiores. La Verde-amarela siempre se caracterizó por ser la cuna del futbol mundial, junto a Argentina. Hoy, Rogerio Micale, entrenador Campeón Olímpico en Río 2016, tiene la responsabilidad de administrar y gestionar el talento para conseguir clasificar al Mundial algo que ha conseguido en 18 de las 20 ediciones en la categoría Sub-20.

El pentacampeón Sub- 20, igual que en el de mayores, cuenta con una camada interesante pero escasa en talento legionario. Caio Henrique, mediocentro del Atlético Madrid B y Allan Rodrigues, jugador del Hertha del Berlín alemán, son los máximos exponentes de la generación en el Viejo Continente. En el fútbol nacional, los Cariocas cuentan con una joya en bruto que hará temblar a los arqueros rivales: Richarlyson del Fluminense que marcó 4 goles la temporada pasada y es la referencia ofensiva del equipo de Rogerio Micale que busca plasmar en esta selección la misma versatilidad ofensiva de la selección olímpica pero sin olvidarse de la característica principal de ese seleccionado: El orden defensivo desde la reducción de espacios.

Es imposible no decir Brasil cuando hablamos de principales candidatos a ganar la Copa y, esta vez, no será la excepción.

La Vinotinto no tendrá un camino fácil si la meta es conseguir un cupo para el Mundial de Corea del Sur 2017 y enfrentarse a la elite del fútbol Mundial. Es innegable la capacidad de la selección nacional en cuanto a individuos y colectivo pero, como dije antes, el rival también juega.