Volvía la selección nacional a la cancha. Volvían las esperanzas de la victoria que hasta ahora, por culpa del mal funcionamiento y la mala suerte, había sido esquiva hasta el momento. Para este compromiso Rafael Dudamel apostó por Ronaldo Lucena acompañando a Yangel Herrera, Sergio Cordova en la zona de volantes y a Antonio Romero acompañando a Ronaldo Peña en ataque.

Rodaba la pelota en el estadio Estadio Olímpico Atahualpa de Quito, un estadio mucho más presentable que el anterior. Venezuela en las primeras de cambio dominaba el partido, lo hacían con bastante tranquilidad para ello entró Lucena en la posición de Luis Ruiz quien es un jugador de corte más defensivo.

A pesar del dominio venezolano, las opciones de gol las generaba Colombia: al 24 por poco Josua Mejías anota en propia puerta pero Wuilker Fariñez, a quema ropa, respondió con la seguridad que lo caracteriza; minutos después los cafeteros volvían a avisar desde larga distancia pero Fariñez evitó el gol.

Venezuela a lo largo del sudamericano ha dependido más de las individualidades que del colectivo, uno de los que resalta es el portero del Caracas F.C que sin duda alguna es una de las figuras del torneo al presentarse intraficable ante el rival. Fariñez ha sido fundamental para que Venezuela siga invicta en la competición.

El primer tiempo continuaba y con el un Yeferson Soteldo que gambeteaba a sus rivales hasta tal punto que Colombia a punta de faltas intentaba detenerlo. Y fue precisamente el enchufado Soteldo cuando el cronómetro marcaba el minuto 36, cobró un tiro libre que nada pudo hacer el portero Manuel Arias. 1-0 ganaba Venezuela.

Los criollos están huérfanos de goles y de ocasiones de peligro, este primer tiempo fue un claro ejemplo: mucho dominio pero poco daño al arco rival. De los dos goles que llevan, los dos fueron a balón parado.

Muy temprano para echarse atrás

Arrancaba la segunda parte y los colombianos buscan llevar los hilos del partido, era entendible iban perdiendo. Ever Valencia y Juan Hernández eran los encargados de generar peligro por la banda venezolana defendida por Quero la solución de Dudamel: sacar a un delantero (Romero) y meter a un volante (Ruíz). “Estábamos teniendo algún problema por la zona izquierda y quisimos fortalecer ahí un poco más ese sector. Sus delanteros salían, se desprendían muy bien entre los centrales para pivotear ahí a espaldas de nuestros volantes y quisimos reforzar” explicó luego en conferencia de prensa Dudamel.

El cambio se produjo a la hora de partido, la salida de un delantero generó que la defensa cafetera no tuviera mucho por quien preocuparse a la hora de marcar, Peña quedaba solo en punta y Sergio Córdova quien lo acompañó en otros partidos tuvo un gran desgaste físico ayudando en defensa. Colombia se encimó en terreno venezolano y con 30 minutos por jugar manejaban el compromiso.

La guinda del pastel

La lluvia llegaba al partido y los jugadores ya lo comenzaban a sentir el cansancio. Al 83 la defensa colombiana envió un balón en profundidad para Hernández, Fariñez salió a hacerse con la pelota de forma limpia, el atacante colombiano se dejó caer y el árbitro, increíblemente, señaló el punto de penal. Los cafeteros sacaron oro de la mala decisión del principal y colocaron el 1-1 en el electrónico.

Ante este penal sentenciado Dudamel dijo “No nos regalen nada, pero no nos quiten”, Fariñez, con la frialdad que lo caracteriza soltó un “yo toco el balón, nunca le hice contacto”.

El empate terminaría siendo definitivo. Un empate que deja un sabor amargo a Venezuela por la forma como se dio, pero que si somos consecuentes con lo ocurrido en cancha parece justo.

Venezuela volverá a la cancha dentro de dos días a buscar la primera victoria del campeonato, el margen de error se hace más pequeño. No sirve otro empate más.