El conjunto de Ignacio Nacho González visitaba Socopó en búsqueda de recuperar los puntos perdidos contra Deportivo Táchira la jornada pasada. El 4-2-3-1 parece ser irrevocable en la mente del estratega argentino que parece ir poco a poco confeccionando un equipo competitivo de cara al torneo nacional y a la Copa Sudamericana 2017 donde se enfrentan al Palestino chileno.

Control sin oportunidades

En el comienzo del partido, la balanza se inclinaba hacia el visitante que intentó hacer prevalecer su propuesta con un ataque directo muy funcional surtido por uno interno de buen despliegue. Por otro lado, Socopó,  comprendiendo el contexto en el que se encontraba, presionó alto para recuperar la pelota en sector más cercano a Jiménez debido a la pequeña producción de oportunidades generadas por sus volantes por los costados.

El partido entro en una zona para cualquiera donde las oportunidades eran escasas pero peligrosas. El 0-1 de Emiliano López define lo que ocurría en el partido donde solo una jugada aislada podía marcar las diferencias. La marca defensiva del Verdinegro sucumbió ante los movimientos de los atacantes de rival y el argentino apreció solo por el segundo palo,  luego de un rebote que le favoreció.

Un desarrollo accidentando

La condición del engramado dificultó la creación de sociedades generadoras de desorden defensivo. Los balones largos en búsqueda de los ofensivos era el plantillo principal en el Rogelio Matos y las oportunidades eran más frecuentes pero perdían la peligrosidad de los primeros compases del encuentro. Cantidad pero no calidad.

El mediocampo perdió la capacidad de creación en el juego corto y  la oportunidad de ser peligroso entre líneas hasta que, Dimas Meza comenzó a adelantar su posición y aparecer mucho más cerca que López y Herrera forzando a Giovanni Pérez, entrenador del Socopó, a adelantar líneas en búsqueda de un empate que parecía lejano en cuanto al desarrollo.

Un final alucinante

Cuando el agregado comenzó a correr, los goles volvieron a aparecer. El 0-2 de Herrera aparecería luego de un contragolpe donde el delantero definió solo ante el guardameta. El partido sentenciado con solo un minuto para su finalización pero, el local pudo entregarle una alegría a su gente gracias a un error del guardameta Jiménez, que logró terminar el partido pese a tener ciertas molestias, donde se le escurrió de las manos un centro de Murillo. 1-2 y a casa.

El conjunto Nacional consigue su segunda victoria en dos visitadas mientras que Socopó no sabe lo que es ganar en Primera División en el Rogelio Matos pero, debe estar tranquilo en cuanto a su funcionamiento ya que dentro de la cancha, las diferencias se han acortado.