El estreno internacional del Zulia FC no terminó de la mejor manera. El equipo liderado por Juan Arango fue esclavo de sus errores y de la inexperiencia,  teniendo en cuenta que en los primeros compases del encuentro, el Chapecoense, consiguió mostrar superioridad con una labor espectacular de Antonio y Girotto en el medio sector.

El control de los tiempos y del medio campo le otorgó al conjunto brasileño una comodidad determinante y la posibilidad de jugar lo más alejado posible de la portería de Artur, un espectador de lujo en los primeros 45 minutos. El Zulia sufría para salir con la pelota dominada desde la zona defensiva y abusó en demasía de los balones largos a Sergio Unreín que nunca pudo superar a Grolli, central brasileño.

Jugadores del Chapecoense festejando el 0-1 / FOTO: Prensa Zulia FC
Jugadores del Chapecoense festejando el 0-1 / FOTO: Prensa Zulia FC

Las bandas siguen siendo un dolor de cabeza para los negriazules que sufren cuando los laterales rivales aparecen para apoyar a los volantes y crean oportunidades de 2x1. Esto dejo de ser una conducta individual a ser un comportamiento colectivo negativo predominante en el juego del equipo de Daniel Farías.

El primer tiempo fue controlado en su totalidad por el equipo de Mancini que, sobre pobló el mediocampo negándole la influencia a Junior Moreno y Juan Arango en el juego interno. Por las bandas apostó por doblegar a Orozco y Savarino que no fueron determinantes en los duelos individuales y terminaban centralizando su posición en búsqueda de juego asociado.

Cuando el conjunto local encontraba la comodidad con el ataque posicional, no conseguía ser profundo y mucho menos conectarse con Unreín que no se sintió cómodo en el juego físico de los centrales brasileños. Los goles, eso sí, nacieron de jugadas aisladas a los sistemas empleados por los entrenadores en sus equipos que carecieron de generación de oportunidades claras y a quienes se les notó muy escaso de ideas a la hora de combinarse y crear a través del juego asociativo.

El segundo tiempo, el conjunto de zuliano encontró mayor tranquilidad con el ingreso de Albert Zambrano por Gómez y con el retroceso de Arango a la primera líneas de volantes, lo que le entrega al 18 una mayor perspectiva del campo de juego y donde abandona su posición de desequilibrante a formar parte de un sistema de juego. Savarino y Orozco fueron más punzantes realizando diagonales entre lateral-central dándole al Zulia una variante que terminó transformándose en la única alternativa.

El descuento de Arango despertó a un equipo que se inclinó completo hacia el arco de Artur pero que no encontró los espacios dentro de la defensa del Chapecoense. El resultado, pese a lo negativo de la escenario, genera cierto alivio para el conjunto local que pareció acostumbrarse a la intensidad y la velocidad con la que se juega de manera internacional pero, teniendo en cuenta que ahora es necesario conseguir puntos como visitantes para no alejarse del sueño de la clasificación.

Arango anotó el 1-2 definitivo / FOTO: Prensa Zulia FC
Arango anotó el 1-2 definitivo / FOTO: Prensa Zulia FC