"Aunque les resulte imposible, no reclamen nada, traguen veneno. Acepten la injusticia que todo se equilibra al final”. Marcelo Bielsa, cuando era entrenador del Marseille del balompié francés después de un partido.

Después de tres derrotas en condición de local, el Deportivo JBL Zulia de Frank Flores consiguió hacer respetar el “Pachencho” Romero en el Torneo Apertura superando 1-0 al Deportivo La Guaira de Eduardo Saragó, que se mantiene como el peor local de la actual temporada del balompié criollo.

El encuentro tuvo un primer tiempo para el olvido,  con ambos equipos neutralizándose mutuamente con una sobrepoblación en el sector medio del campo,  donde solo Vicente Suanno y Albert Cabrera pudieron marcar la diferencia. El primero aprovechando los espacios que dejaban los volantes centrales del JBL y el segundo jugando entre líneas y siempre en el centro del mismo Suanno y Arles Flores.

Exceptuando jugadas aisladas provenientes de las segundas jugadas y las pelotas paradas, el primer tiempo fue una lágrima por planteamiento más que por la incapacidad de los intérpretes que hacían vida en el engramado del “Pachencho” Romero.

Con la llegada de la segunda mitad,  “La Maquinaría Negriazul” decidió ir por el resultado aprovechando la velocidad de sus extremos y la capacidad de sus volantes en filtrar balones a los espacios. Tucker y Lucena,  centrales de La Guaira, fueron sobrados en varias oportunidades y se vieron en dificultades cuando Cabrera y Rito atacaban los espacios aprovechando la lentitud en el retroceso del rival.  Por otro lado, los visitantes mantuvieron la propuesta de juego físico en el medio para dificultar la circulación de la pelota y las asociaciones además de aprovechar las pocas oportunidades que tuvieran Zamir Valoyes, quien entró por el lesionado Gustavo Rojas en el primer tiempo, y Cristian Casseres, jugador de la Sub-17 nacional, para ganar los duelos individuales ante los laterales Meléndez y Guanipa.

Con las expulsiones de Vicente Suanno, por doble amarilla, y Martínez, roja directa, después de una fuerte discusión entre la mayoría de los jugadores de cada uno de los equipos,  ambos equipos perdieron a sus volantes de primera línea con mayor capacidad en la asociación y en la velocidad en las transiciones. Flores apostó por Rentería para volver a formar el doble cinco. Saragó,  por otro lado, apostó por César “Maestrico González y retrasar a Casseres a la primera línea de volantes junto a Flores. 4-2-3 era los dibujos tácticos que empleaban ambos.

Con la entrada del “Maestrico”,  “La Pandilla Litoral” comenzó a generar mayor peligro con jugadas individuales y con mayor desdoble de los laterales. La sola presencia del ex jugador de la selección nacional creaba un temor en los locales. Con la segunda mitad avanzada y con pocas oportunidades generadas,  el partido parecía que terminaría en igualdad sin goles y con un punto para cada uno de los equipos pero, como ha demostrado el JBL durante la temporada, los locales nunca se dieron por vencidos y no desistieron en su búsqueda de la primera victoria como local.

La aparición de Cabrera, un jugador diferentes dentro de la escuadra negriazul, siempre generó peligro tanto en la zona de gestación como en la de definición donde aparecía pero no conseguía combinar con sus compañeros.  Hasta el minuto 87,  donde un desborde del habilidoso número 76 y un centro espectacular para llegada de Ibarra, quien empujaría la pelota y superaría al guardameta Alain Liebeskind,  marcando el único gol del partido. 1-0 y el Deportivo JBL,  junto a su fanaticada, festejaban los primeros tres puntos en casa,  después de haber tragado tanto veneno en las jornadas en casa contra el DANZ, Zulia FC y Deportivo Táchira,  donde siempre se mostró superior a sus contrincantes. Hoy, al fin, se hizo justicia teniendo en cuenta el desarrollo del partido.

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Sobre el autor
Javier Parra Peña
Redactor y analista de fútbol venezolano e internacional Contacto: [email protected]