La calurosa ciudad de Maracaibo es el lugar que ha elegido el cuerpo técnico y la Federación Venezolana de Fútbol para llevar a cabo la preparación previa a los encuentros contra Colombia en Barranquilla y contra Bolivia en San Cristóbal. Los 30 y tantos grados centígrados habituales de Maracaibo, deberían ser ideales para habituar a los jugadores tomando en cuenta que Barranquilla tiene un clima similar. 20 efectivos que juegan en ligas de todo el mundo y 5 que se desempeñan en la liga venezolana, conforman una convocatoria en la que muchos luchan por ganarse la titularidad. Tarea muy difícil tomando en cuenta que la idea de César Farías es presentar dos alineaciones distintas en cada jornada eliminatoria. Según informacion dada por el cuerpo técnico, sólo 5 jugadores serían titulares en ambos encuentros.

Esta versión no ha dejado a nadie indiferente. Detractores y partidarios de la idea de jugar con «dos selecciones» no han parado de debatir los pros y contras. El estado físico, las lesiones, el desgaste por los viajes y la necesidad imperiosa de ganar en condición de local, influyen notablemente en los que apoyan la modalidad de alternar jugadores. Los que quieren contar con una oncena titular fija que no distinga la condición de local a la de visitante, creen que de esta manera se puede garantizar un rendimiento más parejo y usan como ejemplo la actuación de Venezuela en la pasada Copa América en la que, salvo pocas excepciones, presentó siempre la misma alineación.

Más allá de los resultados ante Colombia y Bolivia, todo parece indicar que la intención de César Farías y sus colaborares es seguir insistiendo en la rotación de jugadores. La intensa preparación física en Maracaibo, el análisis de videos que han hecho en conjunto con los jugadores y el trabajo táctico realizado concienzudamente, aun en el receso de las eliminatorias, hablan del cuidado de cada detalle teniendo los 6 puntos en disputa entre ceja y ceja.

El sonado resultado contra Argentina del pasado 11 de octubre, parece haber subido la vara con la que la hinchada medirá la actuación de una selección que espera no decepcionar a sus fieles y hacerse fuerte en condición de local, intención que han señalado con mucha insistencia jugadores y dirigentes. Barranquilla y San Cristóbal serán testigos del nuevo intento vinotinto por sumar unidades que lo mantengan en el pelotón de arriba en la tabla de posiciones.