El próximo domingo a las 6:00 de la tarde (Hora de Venezuela), La Vinotinto Sub-20 de Rafael Dudamel disputará su segundo partido por el Grupo B del Sudamericano Sub-20 de Ecuador que terminará de establecer cómo afronta la selección los partidos donde tiene la obligación de proponer con el balón en posesión para poder progresar en el campo de juego. Contra Perú existieron distintos elementos a resaltar:

Exceso en los balones largos.

Contra Uruguay, el equipo excedía de los balones largos  al espacio para Peña y Romero salteando las dos líneas de volantes. Los centrales, debido también al estado paupérrimo del campo de juego, no contaban con el doble 5 Ruíz-Herrera para salir con el balón limpio y poder encontrar a los ofensivos en posiciones para cómodas para hacerle daño al rival. Yangel Herrera y Luis Ruíz creaban desde la recuperación del balón en campo propio y lograron combinarse de manera efectiva con Córdova y Soteldo quienes siempre buscaron los duelos individuales por las bandas hasta, cambiaron de perfiles para seguir generando más espacios en la ultima línea charrúa. Pero, la presión alta uruguaya obligó a los centrales a ser más directos saltando las sociedades del mediocampo obligando así a Peña y Romero a fajarse en los duelos físicos y no los técnicos donde, podían sacar réditos más positivos.

La separación entre los centrales y el resto del equipo, dificultaba la salida limpia del balón

Fariñez también abusaba de los balones largos a los delanteros lo que generaba, al mismo tiempo, que las líneas entre defensores y mediocampistas se separaran generando muchos espacios compensados desde la presión que ejercían Herrera y Ruiz contra los mediocampista uruguayos que no lograron abastecer a sus delanteros.

La linea de defensores y mediocampistas se alejaban de Fariñez, quien siempre despejaba en los saques de meta

El Boque Vinotinto

Debido al abuso del balón largo, la Vinotinto sufría de la descompensación y separación de sus líneas generando espacios que son vulnerables ante jugadores talentosos. Contra Perú, reducir los espacios para neutralizar desempeños individuales y marcar en ataca son las principales armas para que la selección no sufra ante un equipo que, por la necesidad del contexto que lo rodea, será muy agresivo y hasta desordenado a la hora de atacar. Herrera y Ruiz tienen que convertirse en los conectivos de atacantes y defensores para que la recuperación de la pelota sea de manera inmediata y lo más cerca de la arquería rival sea posible.

Disposición táctica de Venezuela

Contra la necesidad peruana

La Vinotinto, a diferencia de sus rivales, logró poder observar a sus oponentes en dos contextos diferentes y rivales dispares. El conjunto peruano, dirigido por el argentino Fernando Nogara, no pudo aprovechar la ventaja contra Argentina y cayó derrotado contra la selección boliviana, creando un contexto complicado pensando en la clasificación al Hexagonal.

Perú demostró un fútbol muy directo con muchos problemas en los retrocesos defensivos organizados. Ante la necesidad y obligación de ganarle a Venezuela para poder tener oportunidad de clasificar, el planteamiento parece que aumentara en agresividad ofensiva intentando neutralizar a la vez los puntos clave de la selección.

Profundidad por las bandas

Las apariciones de Córdova y Soteldo por las bandas generan desequilibrio general debido a su calidad individual pero, debido a que los mismos centran sus posiciones para asociarse con los jugadores internos es necesario que los laterales sean profundos para obligar a los rivales a referenciarlos y que sea más cómodo el retroceso defensivo. Ronald Hernández y José Hernández, que entrará en sustitución de Quero, deben darle más apoyo a los ofensivos y poder luchar contra el repliegue peruano.

Tener superioridad por la banda es necesario para poder imposibilitar los contragolpes del rival y poder crear duelos individuales favorables en zonas del campo peligrosas. Que Soteldo y Córdova no tengan que ser aislados por dos jugadores sin tener una opción de descargar vertical sino que puedan apoyarse por un jugador que le pase por la espalda.

4-2-2, innegociable

El esquema no debe sufrir muchos cambios de cara al partido del lunes. Los intérpretes,  exceptuando a Quero, deben ser los mismos pero, lo que si debe cambiar son las formas de cómo afrontar el partido desde la idea principal.

El equipo debe comenzar a aprovechar las combinaciones entre centrales y contenciones para poder suministrar en más oportunidades a los jugadores ofensivos con balones con ventaja. Encontrarlos para explotar los duelos individuales por las bandas y explotar la velocidad. Rodear a Herrera y Ruíz para que puedan ser más influyentes en el juego y no tener que confiar en los balones largos para poder llegar al arco rival porque Perú puede prevalecer en los duelos físicos sobretodo en su propio campo donde contaran con superioridad de elementos.

Unificar más las líneas para no otorgar espacios a Roberto Siucho y Martín Távara quienes fungen como principales armas ofensivas peruanas desde las bandas. Perfeccionar el juego interno para darle ventajas a los desequilibrantes Córdova y Soteldo,  y para darle más oportunidades a los delanteros.  

El partido contra Uruguay le ofreció a Dudamel un panorama positivo desde el trabajo específico de las zonas. Todos por separado con escasos momentos de un trabajo colectivo completo sobre todo en ataque cuando el equipo no podía avanzar en el verde pero, cuando el equipo lograba llegar a la zona de gestación se combinaba muy bien y lograban ser peligrosos. Contra Perú, es la primera prueba de juego con la selección teniendo que tomar la iniciativa con la pelota dominada y tener que neutralizar a los Incas que, por necesidad, serán una avalancha ofensiva.