En la rueda de prensa posterior al encuentro inaugural ante Estudiantes de Mérida, Daniel Farías afirmó que realizaría constantes rotaciones en el sector defensivo para darles la mayor cantidad de minutos a todos los que pudieran conformar parte de esa última línea, debido a la alta gama de encuentros que tendría el Zulia FC en el primer semestre entre el Torneo Apertura y la Copa Conmebol Libertadores.  

Tres semanas después, sostendría el discurso agregándole que estos partidos previos le funcionarían al equipo para preparar el debut en Copa Libertadores ante Chapecoense,  y afrontar el torneo internacional con un equipo sólido defensivamente y competitivo para buscar la clasificación a la segunda ronda. La derrota contra el conjunto brasileño como local y la posterior goleada frente al Aragua FC,  previó a viajar a Uruguay para enfrentar a Nacional,  le comenzaron a quitar validez al discurso del hermano de César Farías, quien versaba que el viento era un impedimento para que el equipo lograra desplegar su futbol de la manera que “lo sabían hacer”.

La victoria en Montevideo con gol de Jefferson Savarino calmó las aguas después de una semana tormentosa. Los diarios locales, programas de televisión y espacios radiales versaban sobre el histórico triunfo del conjunto petrolero sin siquiera darle interés a como se comportó el equipo ese día y a las intervenciones que realizó Renny Vega. Una cosa no quita la otra, la victoria fue un hecho histórico para nuestro balompié pero no podía fungir como una nube de humo que tapara los comportamientos anteriores ante Chapecoense, Aragua FC, Estudiantes de Mérida y Deportivo Lara. Lastimosamente, muchos taparon el sol con un dedo y terminaron creyéndose que el Zulia FC era un equipo competitivo y que ya estaba listo para competir al máximo nivel continental.

La goleada sobre Zamora FC en el “Pachencho” terminó siendo un resultado de exitismo total para los que seguían excluyendo el juego de los resultados,  cuando ambas  deben ir de la mano en un análisis y hoy, los que tanto versaban y exclamaban tonterías, terminan siendo los primeros en criticar la actualidad del equipo por los resultados ante Metropolitanos, Carabobo FC, CA Lanús y Trujillanos FC,  pero que de seguro volverán al exitismo anterior si el equipo consigue vencer el jueves a Lanús en Maracaibo. Esa es nuestra cultura futbolística, y por eso nos va como nos está yendo. Si ganas eres el mejor, si pierdes no sirves para nada.

No le critico a Farías la inclusión de jugadores como Palomino en la zona de centrales ni como lateral izquierdo, pero si le critico que, después de 14 partidos oficiales, no haya encontrado el equilibrio ni haya podido plasmar en la cancha su filosofía de juego porque no es que el equipo se defiende mal debido a los errores individuales de uno que otro intérprete o porque “el viento esté en contra”, esto tiene un trasfondo mayor a los que muchos creen. El futbol es un todo donde defender bien viene de la mano de atacar bien y viceversa,  es un todo donde cada faceta del juego se tiene que realizar de la mejor manera para poder mostrar tu mejor comportamiento colectivo. Hoy, el conjunto petrolero no se sabe defender en conjunto y depende de las individualidades para hacer daño en ataque con jugadores como Yohandry Orozco y Jefferson Savarino, que sacan la diferencia en cada uno de los partidos pero que no forman parte de un equipo que los apoye para que ellos puedan mostrar sus mejores desempeños. 

Hoy, después de la goleada contra Trujillanos FC en Valera, es momento para que Daniel Farías y su cuerpo técnico, a quienes no incluyo en ese grupo de versados, deban reflexionar y replantearse qué están haciendo mal y potenciar lo que se está haciendo bien para encontrar las respuestas. No les critico su capacidad en el campo laboral pero,  por ahora, el Zulia FC ha decaído abismalmente en comparación al campeón de Copa Venezuela y del Torneo Clausura pasado,  con un equipo más reducido en cuanto a nombres propios y en cuento a preparación.  Las respuestas están en la cancha y en los entrenamientos, no en el viento ni en errores individuales, que vienen a raíz de la inseguridad que entrega el sistema de juego. El fútbol es un todo.  

Daniel Farías // FOTO: ZULIA FC
Daniel Farías // FOTO: ZULIA FC