El fútbol es un deporte de conjunto, donde un buen desempeño colectivo puede eclipsar a cualquier jugador por muy bueno que sea pero, dentro de cada sistema o esquema, es necesario que cada efectivo cumpla a cabalidad sus funciones porque, dentro del campo de juego, cada error se paga.
Con pocos días para el comienzo del Mundial en Corea del Sur, la Vinotinto Sub-20, pese ya haber demostrado tener un colectivo sustentable para no depender de las individualidades, necesita del buen nivel de jugadores claves dentro del esquema de Rafael Dudamel para poder aspirar a trascender hasta donde ellos quieren, y pueden, hacerlo. La columna vertebral criolla más la adhesión de Adalberto Peñaranda son piezas claves para que cumplan con la meta de “llevar a Venezuela a una final de un Mundial”, como dijo el capitán Yangel Herrera.
Wuilker Fariñez
El guardameta del Caracas FC es uno de los jugadores con mayor experiencia dentro de la selección, hasta teniendo la oportunidad de ser titular en el combinado mayor.
Hablar de número dentro de fútbol es absurdo y nos llevaría a tener que calificar a Fariñez en cuanto a goles recibidos por minutos jugados, y la valoración no pasa por ahí. Él es el líder de la selección y, me atrevo a decir, que es el único jugador insustituible dentro de la selección que asistirá al Mundial en Corea del Sur. Dentro de la cancha, es la imagen principal de la seguridad defensiva de un conjunto sólido, siempre respondiendo cuando fue exigido. Muy buen juego con los pies y mucha habilidad bajo los tres palos.
Si Wuilker llega en buen momento al Mundial, “La Mini Vinotinto” podrá llegar tan lejos como ellos ya plantearon llegar. Es el líder y de seguro en muy poco tiempo emigrará al “Viejo Continente”
Williams Velásquez:
Es complicado evaluar a un central por sí mismo debido a que el trabajo debe ser compartido con su compañero y, en este caso, Joshua Mejías también ha demostrado ser irremplazable dentro del esquema de Rafael Dudamel pero, si es necesario elegir a uno solo, Williams Velázquez pica por delante que el defensor del Carabobo FC.
Con buen juego de pies y la sobriedad para resolver bajo presión, liderazgo como último hombre, buen juego aéreo en ambas áreas y con mucha velocidad para resolver ante atacantes rápidos, El jugador de Estudiantes de Caracas se ha ganado un puesto como titular en la selección Sub-20 que disputará el Mundial.
Con la seguridad que otorga, junto a sus otros tres compañeros, la selección puede sentirse muy tranquila.
Yangel Herrera:
Dentro de un esquema competitivo, la labor de los volantes es fundamental sobre todo cuando el equipo es ofensivo y prefiere imponer en el campo de juego sus propias condiciones. En la selección, Yangel Herrera es el hombre indicado para realizar esa labor. Su capacidad es indiscutible. El volante defensivo tiene una categoría aparte de sus competidores por el puesto y con la cinta de capitán en su brazo, ha demostrado ser un líder desde lo emocional hasta en lo futbolístico.
El jugador del New York City de la MLS, es polifuncional en cuanto a responsabilidades y teniendo en cuenta el compañero que tenga a su lado. Si el compañero es Luis Ruíz o Cristhian Makoun, Yangel pasa a tener mayor influencia en la zona ofensiva con su velocidad y habilidad para romper las líneas enemigas con la conducción de la pelota.
De ser Lucena u otro volante mixto, Herrera deberá ser el responsable del equilibrio y de que las líneas no se distancien demasiado. Puede ser un 5 natural o un 8 retrasado dentro del 4-4-2 o 4-4-1-1 de Rafael Dudamel.
Yeferson Soteldo:
¿Qué se puede decir de Soteldo que ya no se haya dicho antes?. El 10 de la selección Sub-20, y posiblemente el jugador más talentoso de los tiempos recientes del balompié criollo, es la carta de presentación de esta selección y es el individuo que genera más miedo a los rivales.
¿Las razones? Su gambeta, su velocidad, su capacidad de romper líneas y de centralizarse para poder combinarse con sus compañeros y la independencia que demuestra cuando el equipo no encuentra el juego para bastecerlo de pelotas. Simplemente es un jugador diferente dentro de nuestro futbol.
De no ser por el que viene abajo, Venezuela dependería únicamente de sus habilidades para generar peligro y poder darles mayores oportunidades a los delanteros criollos.
Adalberto Peñaranda:
El último pero no el menos importante. El nombre por lo que todos festejamos cuando vimos la convocatoria al Mundial y el individuo que le puede otorgar ese plus a la selección nacional en una competencia mundial.
Peñaranda, un indiscutible en la selección nacional de mayores, se ha unido a la Sub-20 para reforzar el sistema ofensivo criollo y poder formar una ofensiva temible en conjunto a Yeferson Soteldo. Su habilidad, polivalencia en la zona ofensiva y su experiencia en el balompié del “Viejo Continente”, colocan al jugador del Malaga como uno de los líderes de esta selección que quiere hacer historia dentro de los mundiales.
Posiblmente, si Péñaranda consigue llegar a su mejor nivel durante la Copa del Mundo, Venezuela tenga muchas oportunidades de llegar a las instancias finales y, si se combina con la columna vertebral del Sudamericano en Ecuador, ganar la copa deja de ser una utopia y se transforma en una posibilidad. Y muy grande.