En una época complicada, donde repudiamos a los que piensan diferente y vivimos enemistados con los que creen en un color diferente, es importante que todos nos unifiquemos en apoyo de un solo color y de unos muchachos que van a entregar la vida para traernos alegrías vestidos con la elástica Vinotinto.

Después de más de 600 días de preparación con módulos y partidos amistosos contra rivales internacionales, la Vinotinto Sub-20 debutó y derrotó categóricamente a su similar de Alemania por 2-0 con goles de Ronaldo Peña y Sergio Córdova,  ambos en la segunda mitad donde los nuestros demostraron una superioridad abismal con muy buen juego ofensivo y con la solidez defensiva que ya habían demostrado en el Sudamericano de Ecuador.

Rafael Dudamel,  entrenador de la selección criolla, lo tenía muy claro. El equipo necesitaba priorizar el juego asociado para poder encontrar con mayor comodidad a los jugadores desequilibrantes en zonas donde pudieran marcar la diferencia. El ingreso de Nahuel Ferraresi como central ya evidenciaba lo que el entrenador criollo quería,  salir de ese uso excesivo de balones largos en búsqueda del pivoteo de Peña y Córdova,  y comenzar a asociarse más con Ronaldo Lucena y Yangel Herrera para acoplar más al equipo y jugar más corto. Por lo mismo, Lucena le gana la partida a Ruiz en la primera línea de volantes y Soteldo jugó más centralizado en el ataque criollo. Un 4-2-3-1 muy sólido defensivamente,  con Wuilker Fariñez mostrando la seguridad que ya es habitual en él  y con consagrada línea defensiva liderada por William Velázquez.

Por su parte, Alemania jugó un 3-4-3 con mucha participación de Conde, que tenía un parecido razonable al volante francés del Chelsea N´Golo Kante, por cómo se multiplicaba en la cancha y recuperaba pelotas. En ataque, Phillip Ochhs era la carta de presentación y fue el arma principal en ataque con mucha movilidad entre defensas y mediocampistas,  fue indetectable para Yangel y Lucena en la primera mitad.

En un primer tiempo parejo y con pocos espacios para poder asociarse cómodamente o poder desequilibrar desde la conducción, Alemania mostro superioridad porque no necesitaba de muchos hombres para daño en ataque y en defensa sobrepobló la zona par a que los criollos no marcaran la diferencia. Venezuela dependió de Sergió Córdova, que fue indetenible para Gimber, y de las luchas constantes de Peña con los centrales. Un partido tácticamente peleado pero sin mucho brillo individual.

Pero, en la segunda parte, Venezuela fue la selección que Dudamel quería con juego y un espíritu de batalla formidable. Los teutones fueron neutralizados y los criollos jugaron a placer con mucha comodidad y con Ronaldo Lucena como el armador de juego ante el bajo nivel de Yeferson Soteldo y Yangel Herrera en varias compases del juego. El 1-0 fue un hecho aislado que sirvió para despertar a los criollos. Ronaldo Peña, después de haber fallado un mano a mano clamoroso en el primer tiempo, nunca se rindió y anoto con el corazón un gol que grito con el alma. Anticipando al central y después dejando atrás al guardamenta, el delantero fue dependiente del juego en conjunto para anotar un golazo.

Solo tres minutos después, Venezuela ya dueña de la pelota encontraba los espacios y a los jugadores más determinantes en el juego. Después de un minuto de posesión, Adalberto Peñaranda desequilibró de la izquierda hasta la derecha para después encontrar en soledad dentro del área a Córdova, el mejor de los vinotintos, que con una gran definición anotaría el 2-0 a final con solos 54 minutos corriendo en el reloj. El partido se decidió en ese tramo porque Alemania nunca llevó peligro al arco de Fariñez y Venezuela pudo mantener el resultado. Un debut soñado para todos los venezolanos, que nos unificamos para festejar los goles de unos muchachos que quieren marcar un época en la historia de nuestro balompié.