Puerto Rico tuvo un inicio impresionante en su presentación en el Clásico Mundial de Béisbol venciendo por la vía de la misericordia a Venezuela.

El manager puertorriqueño Edwin Rodríguez confiaba en la victoria, pero no se imaginó el resultado: "Si me hubieran dicho este resultado antes de comenzar el juego,  un 11-0 con una alineación tan potente como la de Venezuela, eso hubiera sido difícil de imaginar".

Gran parte de la victoria boricua se debió al trabajo desde la lomita del abridor de los New York Mets, Seth Lugo, de quien Rodríguez se refirió como un factor importante en el juego: "Lugo era la clave del juego, tan efectivo y económico en sus lanzamientos. Nos llevó a cinco entradas y un tercio, además nos permitió utilizar un juego un poco más agresivo".

Rodríguez también alabó al infield, encabezado por Carlos Correa en la tercera base, Francisco Lindor  en las paradas cortas y Javier Báez en la intermedia.

Estos jovenes se han complementado con jugadores experimentados como Yadier Molina y Carlos Beltrán, de quienes Rodríguez valora la experiencia y considera que ambos fueron claves en el subcampeonato de 2013 y lo serán nuevamente en esta edición.

"Son los líderes del equipo y ellos lo disfrutan, no sólo de este equipo, sino del béisbol en Puerto Rico, muchos jovenes los admiran y quieren seguir sus pasos".

Para Rodríguez el triunfo es importante en el aspecto anímico, no sólo por el triunfo mismo, sino por la manera de vencer a Venezuela. A pesar de ello Rodríguez apuesta a seguir con la mentalidad de un pitcheo a la vez, tal como lo hicieron en la edición pasada.

"No nos podemos poner muy altos en las victorias y tampoco dejar influencia el ánimo en las derrotas".

El siguiente rival de Puerto Rico es México, equipo que llega con un estado anímico muy diferente a los boricuas debido la derrota ante Italia, sin embargo, Rodríguez evita el exceso de confianza ya que considera que México tiene buen equipo y ante los italianos sólo tuvieron un mal día.