¿El futbol es de justicia? No lo creo ¿Le pertenece solamente a los históricos? Italia acaba de demostrar que no. La pelota es redonda y rueda para ambos lados de la cancha. Al final son once seres humanos contra sus iguales y en ello, la de gajos no discrimina.

Podría hacerle una carta a Gianluigi Buffon sobre lo que vale en la historia del futbol moderno, su envergadura, lo mucho que lo extrañarán los vestidores en Rusia, el glamour que genera su presencia en calles de Moscú y demás; sin embargo, sus lágrimas son lo que realmente conmueve.

El máximo cancerbero italiano quería un mundial más para retirarse como su leyenda lo exigía. Verlo llorar, ese sentimiento que por su madurez parece totalmente controlado y superado, lo coloca en un plano más allá de lo legendario: es humano.

La mayor parte de los futbolistas (Carlos Vela no es un ejemplo) desean asistir a la máxima competición de naciones en el balompié, pero un hombre que ya ganó un campeonato mundial, que sabe lo que es levantar el prestigiado trofeo, quien ha sufrido dos eliminaciones seguidas en fase de grupos, aún llora por no asistir a un mundial de futbol. Quien cree que con el paso del tiempo los profesionales pierden esa ilusión y el romanticismo por jugar, ahí tienen a Buffon dando cachetadas con guante (de portero) blanco.

Sin embargo, me salta sobre manera la fija atención en el ex arquero del Parma y actual de la Juventus como el principal ícono de la selección italiana, ya que su posición delata que gente de renombre en la delantera es lo que le hace falta al conjunto cuatro veces campeón del mundo.

Podríamos hacer una larga lista de los grandes delanteros que ha tenido la Azzurri; no obstante, ese cambio regeneracional no tuvo estafeta como lo han buscado otras selecciones del mundo. Se fueron Alessandro del Piero, Filippo Inzaghi, Christian Vieri, Luca Toni, Franceso Totti y si me apuran hasta Mauro Camoranesi, y nadie de ese nivel ha vuelto a vestir la elástica del conjunto de “la bota”.

Porque perdón, pero Ciro Immobile no está para ponerse al equipo al hombro, Lorenzo Insigne fue desestimado por su técnico para tratar de resolver el laberinto, y El Shaarawy, hasta el nombre suena raro.

Lo más rescatable de esta selección italiana son los principales cuatro hombres de la línea defensiva: Andrea Barzagli, Leonardo Bonucci, Giorgio Chiellini y, por supuesto, 'Gigi' Buffon. Cuando los de atrás son las estrellas de un equipo, algo están haciendo mal en la generación de jugadores en la ofensiva.

Casualmente, y para no extenderme más, el único equipo que da la cara por Italia en la UEFA Champions League es la Juventus, quien contaba con los anteriores cuatro personajes mencionados (Bonucci se fue a Milan) y que en la delantera tiene diversas nacionalidades entre argentinos, colombianos y croatas.

La Serie A y la “importación” de jugadores afectó seriamente a su selección, y reglas como la famosa 10/8 en nuestro país son un preámbulo de lo que posteriormente puede ser la peor tragedia del futbol mexicano, el cual ya estuvimos cerca de padecer.

Botepronto

Tampoco estarán Chile, Estados Unidos y Holanda, por ello la FIFA amplió a 48 selecciones para el siguiente Mundial y evitarse estos disparates clasificatorios.

Préndela así, de volea.