Cristiano Ronaldo fue más emblema del Madrid que nunca y con un doblete (goles 400 y 401 en la historia del club), fue nuevamente la figura en la victoria del Real Madrid ante el Sevilla. 

El partido parecía trámite sencillo para los blancos. A los diez minutos, Nacho se aprovechó de ese disfraz de niño bueno, tomó por sorpresa a la zaga sevillista y colocó el primero en la cuenta. 

Trece minutos después, apareció Cristiano Ronaldo para marcar el segundo y encaminar, lo que parecía, una victoria sin apuros. 400 goles con la camiseta blanca; el primero -y en mucho tiempo el único- en lograrlo. 

Sevilla reacciona y pone al Madrid contra las cuerdas

Sin embargo, el Sevilla decidió que pondría en entredicho la algarabía de un Bernabéu a reventar, se adueñó del mediocampo que James Rodríguez no quiso dominar y, poco a poco, se vio superior a los blancos, quienes sobrevivieron a la tempestad gracias a la providencial actuación de Keylor Navas. 

La segunda parte comenzó con un flamenco que los mismos merengues incitaron a bailar. Jovetic, quien parece solo jugar al futbol cuando enfrente se asoma una playera blanca, marcó el descuento a los 49. 

Los cambios clave

Zidane reaccionó y envió al campo dos de sus habituales y consentidos: Lucas Vázquez y Casemiro, quienes ingresaron por Alvaro Morata y James Rodríguez, ambos de mal accionar. El colombiano, por cierto, pareció despedirse del Bernabéu. El saludo a la que fuera su afición durante tres temporadas se vistió de nostalgia. 

El Madrid mejoró -y mucho- con el 14y el 17. Ganó en profundidad y fiereza, esa que puso al Sevilla por el borde de la hazaña. El punto final fue el ingreso Luka Modric, el doblete de Ronaldo y la sentencia de Toni Kroos. 

En el panorama, dos afrentas finales: Celta de Vigo (en juego pendiente) y Málaga (en la Rosaleda). Un final de temporada complicado, pero el Madrid se aferra a romper la sequía liguera, con Cristiano Ronaldo de la mano.