Se jugaba la jornada trece del Ascenso MX, la cita fue en el Sergio Vega Villalba y por lo trascendental del partido, los aficionados del Atlético de San Luis decidieron invadir su ciudad vecina. 

El duelo comenzó y la visita sabía que se jugaba la vida ante el líder, mismo que venía de una derrota y ya prácticamente calificado, por lo que la misión de ganar era clara y de inmediato comenzaron a buscar los balones que les permitieran irse al frente. A pesar de los intentos por acercarse a la meta local, los de San Luis comenzaron a perder balones en los linderos de su área en el minuto doce, lo que permitió que los de Mineros llegaran al minuto quince y tras un grave error de Palacios, Guillermo Martínez definió de forma precisa para adelantar a los de casa y seguir consolidándose como máximo rompe redes del Ascenso MX. 

Los siguientes diez minutos los de casa continuaron acercándose pero de a poco los de San Luis lograron irse acomodando dentro del terreno de juego, a lo que los de Mineros no supieron responder y perdieron el control de las acciones. Llegada la recta final de la primera parte y tras el cobro de un tiro libre a larga de la distancia por el sector derecho, Borja González logró definir dentro del área chica para igualar los cartones y así irse al descanso.

Ya en la parte complementaria la dinámica siguió siendo la misma, los de la visita tomaron de nueva cuenta de a poco las acciones con el paso de los minutos, con jugadas de ambos lados pero los de Mineros sin lograr crear una de verdadero peligro.

Luego del setenta de acción los mandamás en la cancha fueron los dirigidos por Alfonso Sosa, hasta que al ochenta y cuatro el árbitro central decretó tiro libre, luego de una falta a las afueras del área, a lo que Espericueta se dispuso a cobrar para marcar un auténtico golazo y darle el segundo de la tarde a su equipo, mismo que a la postre sería el de la victoria. 

Los de Mineros se repusieron rápidamente y en la siguiente jugada vencieron a Palacios, logrando perforar su meta por segunda ocasión pero al encontrarse en fuera de lugar, el nazareno anuló la anotación para luego decretar la victoria de los potosinos.