En el infierno se verán las caras un par de entes que imponen respeto. Por un lado llegarán los Jaguares, felinos siempre temidos en la selva, a un inexpugnable averno, alejándose de sus dominios y a la merced de un diablo rencoroso y dolido. Así, los dirigidos por el ídolo del infierno, José Saturnino Cardozo, buscan no quien la hizo sino quien la pague.
La escuadra chiapaneca llega con 50% de efectividad como visitante en el torneo, habiendo conseguido 3 puntos fuera de casa. Por su parte, el demonio en calidad de local ha sumado 4 unidades, esperando convertirlas en 7 luego de haber sucumbido en territorio santo la jornada pasada.
En el 7° puesto de la clasificación general, los de la selva quieren ir al infierno sin quemarse y lograr regresar con vida cual bestia mitológica, como en las culturas madres del sureste mexicano.
Los Diablos, actualmente en el 3er lugar, saben de la importancia de azotar las almas de los obligados a ir al infierno, por lo cual bajo el mando del guaraní comandante de las hordas del infierno, seguirán con su tónica infernal de dominio del balón y ofensiva apabullante. Aún más, con la motivación de esperar el debut en Copa Libertadores.
Hombres a seguir
Isaac Brizuela, el conejito diabólico, como seleccionado nacional ha destacado en su club y en selección. Sin embargo, aún con la obligación por delante de consolidarse como pilar fundamental del club, ha sido objeto de los reclamos de Cardozo a los silbantes, alegando que estos no lo protegen y consecuentemente se ve obligado a resguardarlo en la banca.
Carlos Ochoa es el estandarte obligado de los chiapanecos. Siendo un delantero veterano, recaen en sus años de experiencia las virtudes ofensivas del club del sur, definiendo lo que pueda o no hacer el conjunto.