Natal estuvo llena de agua y mexicanos. Una fiesta tricolor se vivió en el estadio Arenas Da Dunas que se convirtió en toda una sucursal del Azteca en sus mejores momentos. Una lluvia torrencial no dejaba que los propios aficionados llegaran para ver a México y Camerún enfrentarse en el primer partido del Grupo A de la Copa del Mundo Brasil 2014.

Pero eso no evitó que la mayoría en la tribuna fuera tricolor. Así saltaron los dirigidos por Miguel Herrera, sin ningún miedo ni complejo. Incluso el detalle de haberse abrazado en el himno nacional fue síntoma de que estaban totalmente unidos y con la mentalidad de no dejarse minimizar por el espíritu fuerte y el físico imponente de los leones dirigidos por Volker Finke.

Cuando el arbitro sonó el silbato, los mexicanos empezaron a apretar totalmente a los cameruneses que se replegaron desde el inicio. Giovanni empezó a buscar a Oribe, a quién no se le habían dado la anotación en varias instancias. Vásquez copó el medio campo y empezó a distribuir de manera correcta y todo se veía a favor de los aztecas.

Problemas en el arco mexicano (Foto: Agencias)

Pero el silbante empezó a ser el protagonista principal de este primer tiempo. Al 10’ buen centro por derecha que Giovanni prende y anotaba un magnífico gol. Pero el asistente Humberto Clavijo vio adelantado al delantero y anuló de forma incorrecta, ya que estaba en buena posición. México tenía que sobreponerse rápido ante esa situación.

Pero llegaron los minutos menos claro para los de Herrera. Eto’o empezó a liderar los ataques africanos que estuvieron cerca de meterse a la meta de Ochoa, pero solo fueron algunos intentos ante la abrumadora superioridad mexicana. Al 16’ el gran susto llegó con una jugada por izquierda que llega a los pies del astro del Chelsea y saca un trallazo que apenas raspa el poste.

El partido se volvió en ese momento en confusión. Sobre todo porque la lluvia empezó a arreciar mucho más y la visibilidad se estaba haciendo menos clara. Fue al 29’ en un tiro de esquina cobrado a primer poste que el balón pasa por todas las cabezas hasta encontrar a Giovanni quien cabecea y se incrusta en la portería. Pero otra vez Clavijo ve un fuera de lugar inexistente y se volvía de escándalo el manejo arbitral.

Giovanni reclama un gol mal anulado (Foto: Agencias)

Todavía algunos intentos de Peralta y una jugada clara que le quitó Márquez a Moreno en balón parado animaron a que México podía sobreponerse al dubitativo central y a un Camerún que tenía cero trabajo en equipo. Así terminó el primer tiempo.

Para la segunda mitad no hubo cambios por parte del tricolor. Camerún avanzó un poco más al arco azteca, pero no lo suficiente para poner nervioso a los mexicanos que empezaban a echarse para atrás. Un sufrimiento fue un tiro libre a los 58’ por parte de Ekotto que Vásquez desvía y a punto estuvo de colarse en la portería mexicana.

Pero a los 60’ todo lo que estaba en contra del tricolor dio un vuelco increíble. Gran jugada por derecha entre Giovanni y Herrera que deja al primer a bocajarro del arquero que puede rechazar de primera el balón pero no evita que el hombre que llegaba atrás que era Oribe Peralta definiera con convicción sorprendente. 1-0 tan justo y tan esperado que el jubilo en la banca y en la tribuna fue total.

Oribe festeja con todo (Foto: Getty Images)

En ese instante el encuentro se volvió de ida y vuelta. La entrada de Marco Fabián aclaró un poco la visión del mediocampo y le dio más circulación. Los cantos del “Cielito Lindo” , el “Ole” y la famosa rechifla al árbitro sonaron tremendo en las tribunas. Hernández entró por un Oribe que ya formaba parte del élite de hombres que han anotado gol en un Mundial.

Camerún nunca supo por donde entrar con México. Los peligros más grandes fueron a balón parado y eran provocados por los mismos tricolores que tienen aún que afinar las marcas. Por lo demás, los dirigidos por Finke no dieron pelea y se notó una creciente fractura en su vestidor. No obstante pelearon e hicieron sufrir a los aztecas hasta el final.

Todavía la selección mexicana tuvo una muy clara cuando Layún robó una pelota por izquierda y sirvió de tres dedos para dejar totalmente solo a Hernández pero su remate con pierna cambiada fue hacia arriba. No había para más, el árbitro pidió el balón y se terminó un sufrido partido a favor de los tricolores.

Las conclusiones son favorables para México. Se quita la mala estadística contra los equipos africanos. Se vuelve a ganar el primer partido de la primera ronda. Pero sobre todo, el juego que dio la garra azteca es de los más agradables en la historia de las Copas del Mundo, no se sabe si para pensar en soñar alto, pero sí para quitarse inseguridades de que los tricolores saben jugar al futbol.