Bien dicen que cuando un león se encuentra herido suele ser más peligroso de lo normal. Tal es el caso de los panzas verdes, quienes no han tenido el mejor de sus torneos desde su regreso al máximo circuito del futbol mexicano, sin embargo, a este equipo no se le puede dar por muerto a tan temprana hora.

Es evidente que el Club León no ha tenido un buen torneo: la indisciplina, las lesiones y sobre todo la irregularidad en su nivel de juego han sido los principales factores que hoy tienen a Gustavo Matosas y sus muchachos en la parte baja de la tabla.

Los Esmeraldas se encuentran en la posición 13 de la tabla general de la Liga Bancomer MX con solo 9 unidades de 27 posibles, producto de 3 victorias en 9 cotejos disputados.

Matosas: “Este equipo está acostumbrado a las hazañas”

Desde su regreso al máximo circuito del balompié azteca, en 2012, León acostumbró a la afición un futbol agradable y explosivo, no importando si se jugaba de local o visitante. El Apertura 2014 es hasta ahora el peor inicio de los verdiblancos en un lapso de dos años, sin embargo, no es una situación que desconozcan, ya que el torneo pasado se encontraban en una posición similar.

Durante el Clausura 2014 los guanajuatenses tuvieron demasiados altibajos desde principio a fin, iniciando la campaña con un empate en Cancún frente a Atlante y posteriormente derrotando a Atlas en la fecha 2 en el Nou Camp. A partir de la jornada 3 de dicho certamen, León entró en una crisis de resultados negativos logrando regresar a la senda del triunfo hasta la fecha 7, hilando 3 victorias consecutivas frente a Monterrey, Santos y Chiapas.

En nueve fechas en el Clausura 2014, mismas que han transcurrido en el presente torneo, el panorama de los del bajío era más lucido que el de ahora; 4 victorias, 2 empates y 3 derrotas lo ubicaban en el 5° lugar general con 14 puntos, cinco más que en la actualidad.

El torneo fue avanzando y la irregularidad se apoderó del plantel y de no ser por una combinación milagrosa de resultados, el equipo leonés se quedaría sin posibilidad de refrendar su corona.

Lo que pasó en la Fiesta Grande es historia; una Fiera que calificó con lo mínimo, retomó su mejor futbol y logró consagrarse bicampeón de la Liga MX en tierras hidalguenses.

Esta vez, Jesús Martínez, presidente, y el resto de la institución parecen no tener la suerte de su lado o al menos eso es lo que se observa a primera impresión. Como ya se mencionó en parrafos anteriores, son varios factores los que impiden que este plantel plagado de buenos jugadores y dotado de un alto nivel futbolístico alcancen la estabilidad y el equilibrio requerido.

Con una nueva base de extranjeros y ante todas las circunstancias que se le han venido presentando, el bicampeón está dispuesto a todo y a ir en contra de todo para repetir una nueva a hazaña y de esta manera seguir forjando un historia llena de jubilo escrita con letras de oro. Como bien se sabe, una fiera herida jamás baja las garras, al contrario, suele atacar con mayor fuerza y no descansa hasta ver a su rival vencido.