En las últimas dos décadas, Pachuca se ha distinguido por practicar un fútbol sencillo y efectivo, que lo ha llevado de ser un equipo pobre y de la parte baja de la tabla, a ser una de las instituciones futbolísticas más importantes del continente. Y es imposible pensar en esa transformación tuza sin que vengan a la mente nombres como Miguel Calero, Andrés Chitiva y Aquivaldo Mosquera, colombianos que llevaron a los Tuzos a la cúspide durante varios años, en los cuales los hidalguenses lograron crear un modelo autosustentable que guíe los pasos del equipo en la cancha a partir de la formación de futbolistas en el ART.

Como parte del proyecto de Alto Rendimiento Tuzo, Pachuca se dedica a scoutear futbolistas desde temprana edad, para introducirlos en la institución y terminar de formarlos, de tal modo que dominen la idea del equipo y cuando llegue su momento estén listos para brillar en Primera División. Pero dicha búsqueda no sólo se limita a México, sino que ha sido extendida a todo el continente, y cómo no voltear a tierras colombianas con tan gratos recuerdos que la directiva guarda de los futbolistas de aquellos lares; incluso, Mosquera sigue en activo mientras que Andrés Chitiva se forma como entrenador en las divisiones menores.

Y fruto de dicho trabajo de visorías es Jhoaho Rivelino Hinestroza, un novel delantero colombiano que actualmente se desempeña en el equipo Sub-20 de los Tuzos. Quienes saben, hablan cosas muy buenas de este chico que sin duda podría convertirse en la próxima estrella colombiana de la Bella Airosa.

Debutó a los 16 años; renunció al Cúcuta antes de llegar a Pachuca

Jhoaho Rivelino nació un 31 de diciembre de 1995, en Colombia. Su padre le puso como primer nombre Jhoaho para evitar que fuera confundido con su hermano, quien también se llama Rivelino, esto debido a la afición del padre por el equipo brasileño de los años 70.

Tuvo un debut prematuro en la Primera División de su país, cuando con Once Caldas vio sus primeros minutos a los 16 años. Tras un año en dicho equipo, emigró para el Atlético Nacional (donde tuvo la oportunidad de aprender de un gran delantero como Juan Pablo Ángel), un grande de aquel país, para después recalar con Alianza Petrolera y Cúcuta de la segunda colombiana; en este último equipo, Rivelino se convirtió en pieza importante durante el torneo pasado, donde anotó tres goles en doce partidos disputados y metiendo a su equipo a las finales.

Con 18 años, es titular indiscutible en la Sub -20; lleva cinco goles en diez partidos

Sin embargo, él no las disputó, ya que a una fecha de concluir la temporada regular, Hinestroza, sin motivo aparente, presentó su renuncia ante la directiva disparando la suspicacia en los medios, pues además, tenía contrato válido hasta diciembre de este año; al parecer, problemas con la directiva del equipo lo habrían hartado, por lo que decidió cambiar de aires y llegar a México, con el Pachuca, equipo que tiempo atrás había adquirido sus derechos como futbolista tras considerarlo como un diamante en bruto.

Y la verdad es que Rivelino no ha decepcionado en Pachuca, con 18 años es jugador habitual de la Sub-20, con la cual lleva cinco goles en 10 partidos jugados, en los cuales ha disputado 598 minutos, promediando un gol cada 119 minutos; cabe mencionar que tres de esos cinco goles, han sido en las últimas tres fechas, por lo que sin duda será un elemento importante para la recta final del torneo, donde los Tucitos se ubican en la séptima posición con 20 unidades, en plena lucha por entrar a la Liguilla y refrendar el título obtenido en el Clausura 2014.

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