En un partido de muchas anotaciones y cambiante dominio, el actual bicampeón del fútbol mexicano, el León de Gustavo Matosas, logró doblegar al Demonio potente del comandante de las hordas del infierno, José Saturnino Cardozo, poniendo con vida la ilusión y esperanzas para la afición esmeralda de conseguir una hazaña épica de dimensiones estratoféricas, lograr el tricampeonato, al poder, de momento, clasificar a la liguilla.

Como si se tratase del León Nemea, el León de Guanajuato devoró cual bestia despiadada a los hijos del Diablo en el mismísimo averno toluqueño, reduciendo a cenizas el reino de los imponentes demonios rojos, con goles de Boselli, Hernández y Sabah, mientras que del lado escarlata parecían acortar la distancia Vélazquez y Trejo.

Con una actuación destacada, Hérnandez se coló por una banda dejando desnuda a la defensa demoniaca, para finalmente centrar de forma precisa a la ubicación de Boselli, que sólo tuvo que empujar con la cabeza para poner el 0-1 al minuto 20.

Al minuto 38, luego de que Ignacio Gónzalez le pusiera las manos en el cuerpo, Edgar Benítez cayó en el área escarlata para que el árbitro designara penal que convertiría de forma segura y decidida en gol, Pablo Vélazquez al minuto 39.

El medio tiempo llegaría sin saberse el espetáculo que estaba por venir

Con apenas tres minutos del complemento, en una falta lejana, Elías Hérnandez puso un centro al área rival que nadie contactaría y terminaría en las redes al minuto 48, pese a que el abanderado marcase fuera de lugar por la intención de Ignacio Gónzalez de contactar el balón, pero que el árbitro decidía poner como bueno el tanto en el marcador.

Al 64 llegaría la dentellada definitiva para la vida del diablo, pues Miguel Sabah remataría otro centro de Hérnandez (1 gol y 2 asistencias), para anotar el 3-1. Acercándose el final del encuentro, cuando ya el Diablo toluqueño sentía por primera vez las llamas de su propio infierno consumiéndolo, Erbin Trjo pondría cerca a los de rojo al 86, con una internada impetuosa y casi épica. Gran jugada del que apenas ingresaba al juego para poner el balón en el fondo de las redes.

Finalmente, en un cierre alto en emociones y lleno de taquicardias, el León terminaría por llevarse los tres puntos del averno al concluirse el encuentro.