¿Gusto, deseo u obligación?

Cruz Azul comenzó el semestre post mundialista en el que 3 competencias le aguardaban, con la ilusión plena de conseguir de nueva cuenta, una alegría para la Nación Azul, luego de obtener el título de la Concacaf Liga de Campeones, mismo que le valió el pase al Mundial de Clubes avalado por FIFA el próximo mes de diciembre; la premisa, luce sumamente distante.

Luego de un paso sumamente irregular en la liga local, mismo que hoy lo mantiene con alfileres dentro de los 8 primeros lugares que disputarán la liguilla por el título, a falta de tres fechas en la temporada regular, La Máquina protagonizó la semana pasada, un episodio más, de esos donde el conjunto cementero con el correr de los años, se convirtió en merecedor del premio OSCAR: el villano.

A priori, Costa Rica se miraba como la catapulta de un equipo que requiere un cierre importante en el balompié nacional, para de nueva cuenta, pelear por el campeonato mexicano; el resultado fue diametralmente opuesto. Sin sabor, impotencia y claro... un equipo incapaz. El resultado no se dio y el chip tenía que cambiarse de inmediato; Monarcas, el colero, sería la nueva catapulta.

¿Se puede intentar catapultar a un equipo semana a semana?

No lo creo. A un equipo en el que impera la irregularidad, es fácil crearle una falsa realidad; un día es el peor y al siguiente el mejor. Los ganadores, los protagonistas, gozan de una actualidad recurrente; una en el que más allá del resultado, el funcionamiento colectivo es similar partido tras partido.

Cruz Azul juega un torneo regular de obligación, en modo descriptivo, tal y como la grandeza de algunos exige: "la liguilla es el objetivo, para pelear por el título" - uno más, de cientos de jugadores, entrenadores y directivos que pasaron por La Máquina.

Cotidiano, como la misma declaración, es ver al conjunto cementero cumplir de manera sobresaliente con la obligación de conseguir su pase a la liguilla; a veces con picos muy altos en estricto tema futbolístico, otras matizadas por el orden táctico y por risible que se lea, incluso hasta acompañadas por la suerte... ¿dónde termina la obligación? - probablemente 5 minutos antes de coronarse campeón de liga. Hoy, su clasificación pende de un hilo, futbolistas de revanchas y claro... nivel futbolístico; el que parpadea, se queda fuera.

Por ahora el equipo se encuentra en un híbrido bastante grande entre el éxito y el fracaso. Algunos le miran con ilusión, previo a la disputa de un torneo en el lejano Marruecos, donde el destino cruzó a Cruz Azul en la misma llave, con el todo poderoso Real Madrid... ¿gloria? Otros lo visualizan con tremenda negatividad luego de un mediocre torneo regular y le dejan sin aspiraciones por el campeonato local.

¿Liga irregular para equipo irregular?

Ustedes decidan.