De nuevo, viene la ilusión. El seguidor de Cruz Azul, una vez más, vuelve a llenar sus pupilas, su corazón y su sentir, de esperanza y alegría gracias a la posibilidad que tiene la institución azul de representar al Futbol Mexicano en la próxima edición del Mundial de Clubes que se disputará en Marruecos, misma en la que La Máquina intentará abonar un poco de intereses, a la enorme deuda que adquirió a lo largo de 17 años con la Nación Azul.

Y es que, ¿cómo se hace para olvidar todos y cada uno de esos tragos amargos que el seguidor celeste ha tenido que pasar, sufrir, padecer y medianamente tratar de explicar?, es difícil de explicar, sin embargo, la historia y el vago recuerdo de un equipo que nació grande, parecen a priori, la respuesta más concreta y certera a esa irreverente incógnita.

¿Da para soñar?

La encomienda de representar al futbol de un país, va más allá de un color, un escudo y una pasión, sin embargo, si de esto último se trata, Cruz Azul ha tenido una enorme carencia en el rectángulo verde a lo largo de la historia reciente. Un equipo aburguesado y cómodo, que cobijado por aquellos aficionados que ven en el azul celeste, nombres como los que consiguieron la gloria en el pasado lejano, no permite alimentar un hecho que la práctica, pueda convertirse en realidad; a final de cuentas, algunos actores de la cancha dirán: "mientras la pelota ruede".

El infeliz y doloroso aniversario de 17 años sin gloria local, se presenta en un momento ideal para aquellos futbolistas que al día de hoy, tengan el firme objetivo de regalar a club azul, un poco de lo que hoy, mantiene vivos e ilusionados a cientos de miles de corazones que el próximo sábado se unirán en una sola voz:

"Jugadores, ya rómpanse la madre... a ver si ponen huevos, que Cruz Azul es grande"

A la distancia, el sueño mundialista de Cruz Azul, se podrá mirar como una afrenta novedosa y prestigiosa, misma que podría traducirse en una inmejorable oportunidad para los dirigidos por Luis Fernando Tena, de conseguir un poco de lo que las instituciones grandes viven; llenar de orgullo a su gente.