En el año 1999, la FIFA había decidido que la Copa Intercontinental era injusta para decidir quiénes eran los mejores equipos de clubes del mundo. Aunque hubo un antecedente de torneos entre escuadras de otros países compitiendo por una copa, la que se realizó durante muchos años en Japón era considerada el reto máximo para saber cuál era el más grande club.

La primera edición del Mundial de Clubes se concibió para jugarla en uno de los países más futboleros del planeta: Brasil. 8 equipos de todas las confederaciones mandaron a sus campeones para competir. La UEFA y la Confederación brasileña tuvieron la oportunidad de mandar a dos equipos (Manchester United, Real Madrid por los europeos y Vasco da Gama y Corinthians por los locales). El equipo mexicano que se ganó la oportunidad de representar a la CONCACAF fue el club Necaxa.

Los mexicanos tenían uno de los grupos más complicados con el campeón ingles, el sudamericano campeón de la Libertadores y el desconocido South Melbourne. El primer partido fue increíble por parte de los Rayos, quienes empataron a los Red Devils, perdieron contra el “casi” local y le ganaron cómodamente a los de Oceanía.

Pero no les alcanzó para poder llegar a la final. Aunque quedar en segundo lugar les dio la posibilidad de ir contra el ícono español Real Madrid. Con gol de Agustín Delgado y en una serie de penales cardiaca, los mexicanos obtuvieron el tercer lugar de forma sorpresiva. Parecía que el torneo sería un paso fundamental para el crecimiento del futbol mexicano en ese momento.

El nuevo torneo, las malas experiencias

Se suspendió el campeonato por cuatro años. Principalmente por la pérdida del patrocinador oficial. Cuando la FIFA pudo absorberlo decidió que Japón seguiría siendo la sede. En 2005 todo estaba previsto para que Pumas de la UNAM siguiera los pasos de los necaxistas, pero desafortunadamente fueron eliminados cuando perdieron la final de la Copa de Campeones de la CONCACAF ante el Saprissa. Primer gran fracaso de Hugo Sánchez con los universitarios y la única ausencia de mexicanos en la competición.

Para 2006, el gran club América quería dar paso firme en el certamen. Pero las cosas se tornaron raras desde el primer partido al ganar con muchos apuros al Jeonbuk Hyundai por la mínima diferencia. Después, enfrentarían al gran Barcelona de Ronaldinho y Rafael Márquez que los destrozarían con un 4-0. Lo que quedaba era emular a los Rayos pero perdieron ante el Al-Ahly por 2-1. Los azulcrema volvieron con las manos vacías.

Las dos ediciones siguientes fue el Club Pachuca quien representó a la zona, pero sus participaciones fueron realmente infortunadas. En el 2007, los hidalguenses no alcanzaron las semifinales al perder ante el Étoile du Sahel en los últimos minutos 2-1 y en el 2008 pudieron acceder al ganarle al Al-Ahly en tiempo extra pero sucumbieron ante Liga de Quito 2-0 para después ser derrotados por el Gamba Osaka por el tercer lugar 1-0.

Un caso decoroso fue el de los Potros del Atlante en el 2010. Sin muchas expectativas derrotaron al Auckland City por 3-0 y le dieron una gran pelea al Barcelona de Pep Guardiola a quienes le anotaron el primer gol, para después ser superados 3-1. De nueva cuenta, el tercer lugar no fue mexicano al ser abatidos por el Pohang Steelers en penales.

Rayados, de lo terrible a lo exitoso

Tres años consecutivos los Rayados del Monterrey tuvieron la oportunidad de asistir al máximo evento en clubes. Su paso fue de lo peor a lo mejor para después empeorarlo. En el 2011 en su primera oportunidad, perdieron en penales ante los japoneses Kashiwa Reysol y maquillar el fracaso con el quinto lugar, obtenido al ganar sufridamente al Esperance tunecino por 3-2.

Su segunda participación fue lo más destacado de un club mexicano en el formato actual. Le ganó 3-1 al Ulsan Hyundai y en la semifinal darle un poco de pelea al Chelsea ingles que ganó por tres de diferencia. Pero, a diferencia de las otras ocasiones donde se llegaba al tercer y cuarto lugar, los Rayados no dejaron pasar la oportunidad y le ganaron al Al-Alhy por 2-0. Por fin, el podio volvía a ser mexicano.

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Para su tercera ocasión todo fue diferente. De nueva cuenta se quedaron en la fase de cuartos al perder estrepitosamente por 2-1 ante el Raja Casablanca de Marruecos que llegaría a la final inesperadamente. Una triste goleada de despedida les dio el quinto lugar que no le sabía a nada a los regios, que desperdiciaron cada oportunidad que tenían.

Este sábado, el Cruz Azul vuelve a ser el representante azteca en el Mundial de Clubes. Con más dudas que certezas, los cementeros trataran de vencer al Wester Sydney Wanderers de Asia, para tener, por lo menos, la experiencia de enfrentarse al mejor del mundo en estos momentos: el Real Madrid. El camino, como ha sido históricamente, no será nada fácil.