El 7 de Junio de 2014 se dió a conocer con bombo y platillo una de las transacciones más sonadas del draft de verano de la Liga MX, y es que el ex bicampeón León había fijado su mira en el artillero de otro club felino pero no solo eso, sino que cediendo los derechos del delantero Matías Britos, consiguió hacerse de los servicios de Martín Bravo, quien vivía en las filas de los Pumas su mejor momento como futbolista desde su arribo al fútbol mexicano hacía ya 12 torneos, consolidándose y consagrándose como un goleador más dentro de dicha institución. En el Clausura 2014 registró 9 anotaciones y 2 asistencias para golno así Britos quien apenas descontó un gol y una asistencia ese torneo - no obstante, la falta de empatía tanto con la directiva como con los aficionados auriazules orillaron al delantero a tomar la decisión de abandonar al club del Pedregal.

A su llegada al Club León, Martín Bravo vivía su mejor momento profesional en Pumas

Desafortunadamente para los Panzas Verdes, su flamante nuevo integrante no arribó al club de Matosas en óptima forma ya que, cual presagio gitano, un desgarre mantendría alejado a la Rata de los campos de juego por espacio de cuatro meses, lesión que marcaría el inicio de una dura batalla para Martín. El argentino debía probar que merecía el papel de titular en el cuadro de un exigente Matosas que, por sobre todas las cosas, confiaba en sus jugadores y como consecuencia realizaba esporádicos cambios en la alineación; el panorama se vislumbraba más oscuro de lo que tal vez le hubiese gustado a Bravo y a los albiverdes.

Pese al tropezón que marcó la llegada de Bravo con los esmeraldas, éste obtuvo su debut el 9 de agosto del 2014 entrando de relevo en un partido de la Liga Mx pero,¿por qué debutar cómo suplente no es el debut soñado para un consagrado goleador?.

Quizás la respuesta resulte extremista, pero si para Martín ésto no significaba iniciar con el pie izquierdo y aún declaraba "estoy feliz de estar en León", muy pronto se daría cuenta de que su debut como suplente marcaría el ritmo y la frecuencia a la que jugaría en la institución esmeralda, pues por más deseo, trabajo y ganas de demostrar que podía convertirse en titular indiscutible de La Fiera como lo fue en algún momento con PUMAS, el Apertura 2014 le reservó solo 9 partidos de los cuáles, en 8 entró de cambio y solo jugó uno desde el inicio, dando como resultado al finalizar el certámen un desalentador balance de cero dianas y cero asistencias para gol consumadas. Los hechos conmenzaron a hablar por sí solos y las duras y frías estadísticas consiguieron penetrar en la psiquis de Martín Bravo quien recientemente ha señalado que: "no fue lo mejor el intercambio con Britos". Nunca una declaración más cerca de la realidad.

“No fue lo mejor ni para mí ni para Britos, pero son cosas que pasan; hay que asumir responsabilidades”, declaró Martín Bravo casi al finalizar el torneo pasado.

En el caso de Matías Britos, éste abandonó al cuadro esmeralda luego de vivir cuatro extraordinarios torneos en los que consiguió disfrutar de las mieles del éxito al coronarse bicampeón del balompié azteca, nada más complicado por superar que esos gloriosos momentos. Pero, en una mala jugada del destino, las aspiraciones del ariete charrúa se vieron coartadas - al igual que las de Bravo - por una lesión, sin embargo; a diferencia del argentino naturalizado mexicano, Britos inició el torneo disfrutando de la titularidad en el conjunto de José Luis Trejo aunque poco le duró el gusto ya que luego del cese de Trejo, el Peludo - como también se le apoda - regresó al banquillo de los suplentes. Tiempo después, la situación se complicó toda vía más cuando su lesión en el cuello se agravó al grado de llevarlo hasta la sala del quirófano para realizar una cirugía y buscar corregir el problema que le ocasionaba el tener una hernia discal entre las vértebras C5 y C6, circunstacia que lo mantiene alejado de las canchas desde la segunda mitad del torneo Apertura 2014 y en las cuatro fechas completadas en este Clausura 2015 no ha visto actividad.

Britos llegó para reforzar a León en el A2012; se vistió de bicampeón

Es entonces cuando surgen las preguntas: ¿son las lesiones culpables de que el intercambio Britos-Bravo no haya funcionado hasta el momento? ¿O tiene mas ésto que ver con el pobre desempeño y poca efectividad de los jugadores en el terreno de juego?

Quizás todas las anteriores sea el inciso correcto. Lo cierto es que si anteriormente el horizonte se advertía espinoso, actualmente, con la llegada de un elemento más para reforzar la delantera del León, Martín Bravo deberá dejar de comerse las uñas y sacar la fiera que trae dentro para ganarse la confianza de Pizzi y de los simpatizantes de la escuadra guanajuatense y, como divina consecuencia: la titularidad. O bien, quedarse en la banca lamentando su desencanto por éste club mientras escucha de fondo que la vida no vale nada.