Si bien el América de Gustavo Matosas ha dicho hasta la saciedad que la insignia de este equipo será el futbol ofensivo, es innegable que para llegar a esa espectacularidad prometida, la gente de adelante se tiene que sentir protegida por aquellos vigilantes de la retaguardia.

Moisés Muñoz no tiene rival bajo los tres postes; Paul Aguilar, desde las épocas de Miguel Herrera, se ha consagrado como el lateral-carrilero indiscutible por derecha; Paolo Goltz fue pedido por el 'Turco', se adueñó de la zaga central y conserva este puesto con el nuevo timonel; Miguel Samudio recién llegó a Coapa y parece estar encaminado a ser el hombre de confianza por la banda izquierda. Pero, en semanas recientes, ha surgido una batalla interna entre un consagrado y un joven hambriento por adueñarse del puesto restante en la zona baja.

Por un lado está Pablo César Aguilar. Tal vez uno de los mejores defensores del balompié azteca, el paraguayo arribó a nuestro país con Xolos y sus buenas actuaciones le llevaron a la capital mexicana. Férreo en la marca, con un muy buen timing y un juego aéreo que le hace seguro dentro de su área y letal en la del rival, 'Pablito' parecería no tener alguien que le inquiete; sin embargo, una serie de declaraciones encontradas con Gustavo Matosas, además de una expulsión de último minuto frente a Puebla, han levantado cierta suspicacia.

Por la citada tarjeta roja, el guaraní tuvo que dejar vacante su lugar para el partido ante Tigres, mismo que fue ocupado por Ventura Alvarado. Joven surgido de las fuerzas básicas de las Águilas, vivió un proceso sumamente exitoso en dichas divisiones, emigrando durante algún tiempo a Necaxa para recibir opciones de juego ante su no consideración dentro de casa.

El méxico-americano saltó a la luz por ser el elegido para ocupar la banda derecha en las Semifinales y Gran Final del Apertura 2014, tras el multicomentado altercado sucedido entre Paul Aguilar y el entonces estratega azulcrema, Antonio Mohamed. La labor del '17' fue destacada y elogiada en múltiples ocasiones -pese a que su posición natural no es la de lateral, sino la de marcador central- dándole la oportunidad de permanecer en Coapa para el presente semestre.

Fue él el encargado de suplir en la cancha del Azteca a Pablo César cuando América se impuso por la mínima a Tigres, hace un par de semanas, teniendo un partido correcto y discreto, tal y como es su característica dentro del rectángulo verde.

Morelia fue el rival en la Jornada 5 del Clausura 2015, el paraguayo estaba disponible tras su ausencia por un partido; sin embargo, Gustavo Matosas respetó la performance de Alvarado en el último duelo y le brindó nuevamente la confianza. Su labor, nuevamente, fue atinada, pero sería Aguilar el revulsivo desde el banquillo al colaborar con el gol que dictaminó la igualdad a dos en patio ajeno.

Por un lado se tiene a un hombre con basta experiencia nacional e internacional con su seleccionado, que maneja las dos facetas del balón detenido como pocos en la Liga MX, pero cuyas declaraciones parecen evidenciar una cierta disconformidad con su entrenador por la manera tan arriesgada de plantear cada juego.

Mientras que el chamaco tal vez no sea tan desequilibrante como su compañero, conoce perfectamente lo que es ser americanista y cumple, a final de cuentas, con la primordial encomienda de un zaguero: defender. Su carácter pasivo y disposición para el trabajo pueden generarle una mayor empatía de parte de su DT, por encima de alguien con mayor específico como su contraparte guaraní.

La decisión compete exclusivamente a Gustavo Matosas para el choque ante Chiapas del sábado venidero en el Estadio Azteca, pero la pregunta curiosa surge: ¿Quién será titular, Pablo Aguilar o Ventura Alvarado?