Los Pumas de la UNAM van de mal en peor, y ahora fueron los Jaguares de Chiapas los que triunfaron como visitantes por 3-0 en Ciudad Universitaria. Parecía que era la Copa MX lo que podría hacer subir anímicamente a los auriazules, pero simplemente ha sido una pesadilla este mes para los dirigidos por Guillermo Vázquez.

La que parece ser la última noche de juego para el Olímpico Universitario se torno gris en las gradas por su color. Una entrada de terror con solo tres mil personas, quienes tenían la leve esperanza de ver un triunfo felino. Prácticamente no hubo ningún aficionado de los visitantes, quienes paraban a un equipo competitivo frente a los canteranos locales que habían dado algunos buenos lapsos en partidos anteriores.

Sergio Bueno acomodo a su equipo y en los primeros minutos solo tuvo que contener ataques bastante mediocres de los del Pedregal. Calcularon los tiempos y golpearon certeramente al 23’, cuando el árbitro pitó un penal que cometió Nieto tontamente en su área. Díaz engaño a Yosgart y el partido fue totalmente suyo desde ese momento.

La ofensiva universitaria se desgastó más de la cuenta, pero simplemente la definición es el tema complicado. Ni Britos, ni Ramírez o el uruguayo Ramis, quien a pesar de ser más incisivo no encontró más que yerros, pudieron abrir a una defensa que solo hizo lo necesario para terminar el primer tiempo con la ventaja a su favor.

El segundo tiempo fue mucho peor para los locales. Jaguares volvió a ser efectivo y al 50’ un rebote fue aprovechado de nuevo por Isaac Díaz para el segundo de los chiapanecos. La única oportunidad clara la tuvo Ramis en una gran jugada individual que fue a chocar al poste y se terminó todo el peligro auriazul que no metió ya las manos.

La estocada final llegó al 68’ cuando un centro de Romero fue aprovechado por el hombre con la menor estatura de todos hombres de la selva, que era Christian Bermudez, que increíblemente le ganó el centro a Quintana y venció a Gutiérrez para el 3-0.

No hubo más, simplemente un silencio de las pocas personas que se atrevieron a entrar a este peculiar y decepcionante encuentro. Pumas sigue en picada, lo peor es que no parece que nada pueda detener la bola de nieve que destruye la seguridad de los universitarios cada vez que quieren volver a pararse como sea y con el rival que sea.