La espera fue aún más larga para obtener la octava estrella. Transcurrieron 17 años para que el Cruz Azul volviera a dar una vuelta olímpica.

El club León, al mando de Carlos Reinoso, logró llegar victorioso a la final del torneo de Invierno del 97, después de salir levemente rasguñado del apretado enfrentamiento ante Toros Neza y ante el América donde ganó 3-2 global.

La Fiera llegó hambrienta para enfrentar al Cruz Azul, quien venía de eliminar al Atlas y al Atlante, a pesar de su nuevo estilo agresivo, el equipo de Reinoso cayó 1-0 con un penal de Galindo que ya aventajaba a la Máquina de Luis Fernando Tena.

La panorámica era difícil para ambos entrenadores en el partido de vuelta un domingo 7 de diciembre. Un Cruz Azul liderado por Oscar Perez, Francisco Palencia y el legendario goleador originario de Cerro Azul, Carlos Hermosillo, aparecían para enfrentarlos.

Los esperaban en la guarida Comizzo, Turrubiates, Flavio Davino, Missael Espinoza, que tras concluir los 90 minutos ninguno logró aventajar más de un gol.

El tiempo extra sería la entrada al paraíso celeste, no tomó más de 10 minutos del tiempo agregado, cuando el guardameta Angel Comizzo perdió el control y pateó a Carlos Hermosillo, dando lugar al penal que este mismo cobraría, el todavía famoso "gol de oro".

Cruz Azul levantó ese día la copa y la sequía de los 17 años había acabado para Tena y toda la afición cementera. Se esperaba más reñidos encuentros entre estos dos equipos, sin embargo, entre aficiones surgió la famosa "maldición de la final del 97", pues el León después de ese torneo, regresó a la Liga de Ascenso por 10 años y Cruz Azul siguió mostrando un estilo de juego agradable para la tribuna, pero perdió todas y cada una de las finales a las que accedió.

La maldición terminaría cuando los panzas verdes regresaran de nuevo a primera división y lograran un campeonato. Sin embargó, ya sucedió, y se especuló lo mejor por porte de la afición azul cuando el Club León ascendió y ese mismo año Cruz Azul se coronó campeón de la Copa MX.

La ilusión duró muy poco ya que el hechizo continúa, la Fiera consiguió su sexta estrella hace casi apenas un año frente a las Águilas del América y Cruz Azul sigue sin aspirar a otra final. Luis Fernando Tena actualmente está al mando de nuevo, y con la misma presión al ser ya, 18 años de aquel inolvidable título.