Los Cuartos de Final del Clausura 2015, sirvieron para enfrentar a dos de los rivales con mayor encono en todo el fútbol mexicano; Guadalajara y Atlas jugaban una edición más del ‘Clásico Tapatío’ en la cancha del Estadio Omnilife y con eso se completaba la ida de esta primera etapa de la fase final del campeonato.

Chivas, en el papel llegando como no favorito en la serie, se presentó en su casa buscando sacar ventaja del respaldo de su gente para poder lograr un resultado benéfico que dejara la serie abierta para definirse en el Estadio Jalisco. Atlas, por su parte, tenía que preocuparse por no salir con el marcador adverso y, en caso de no lograr ganar, siquiera buscar un empate (de preferencia con goles) que permitiera definir todo en su cancha, con la ventaja que dicha situación implica.

Aunque el Rebaño fue superior por grandes lapsos de la primera parte, poco o nada generó para incomodar el arco resguardado por Federico Vilar. De hecho, la única de verdadero peligro que generó Chivas en el primer tiempo, fue una jugada en donde Carlos Salcido, al minuto, 14, asistió a Marco Fabián para anotar, pero la acción quedó invalidada por fuera de juego. Cabe aclarar que, aunque la decisión fue polémica, su condición fue lo suficientemente apretada como para evitar poner en entredicho la aptitud del juez de línea que levantó la bandera.

La segunda mitad tampoco tuvo mucho que ofrecer. Atlas, con Juan Carlos Medina y Juan Pablo Rodríguez comandando el mediocampo, no quiso exponer una clara propuesta ofensiva y prefirió contener los embates del rival presupuestando irse, no solo sin goles del encuentro, sino sin llegada de peligro alguna. Guadalajara, quien en los pies de Salcido había encontrado a su mejor hombre, dejó de tener idea tras su salida por lesión (al 30’ del primer tiempo)  y tampoco generó algo que pudiera poner en entredicho el empate.

Todo quedó abierto para la vuelta entre Zorros y Chivas. Los rojinegros, llegarán al encuentro con la ventaja de no haberse puesto abajo en el marcador global, viendo viable el triunfo enfrente de su afición. Guadalajara, por el otro lado, también puede darse por satisfecho, al haber evitado que su portería fuera batida, pudiendo vislumbrar una potencial calificación, no solo con la victoria, sino con cualquier empate con goles.